Humor diluido

Los gemelos golpean dos veces es la primera comedia interpretada por el ex mister Universo Arnold Schwarzenegger, cuyo argumento utiliza el recurso de presentar a dos hermanos gemelos, de físico y espíritu contrastado, para desarrollar su presunta comicidad, pretexto narrativo que prolonga la tradición de las extrañas parejas de la comedia americana, una variación más de los gordos y flacos, altos y bajos, utilizados desde el nacimiento del cine cómico.Dirigida y producida por Ivan Reitman (Los cazafantasmas, Peligrosamente juntos), su guión, debido a dos parejas de escritores, ofrece ocasiones para la sonrisa, no muchas, y alguna vez consegue alguna carcajada solitaria, mientras las expectativas de funcional comicidad que afloran en su inicio se diluyen conforme se desarrolla la intriga, demasiado emboscada en la resolución de las distintas peripecias paralelas incluidas en su acción.

Tras un sugerente prólogo, la trama se inicia cuando dos hermanos gemelos, fruto de un experimento científico sui generis, que nada sabían de la existencia respectiva el uno del otro, unen sus destinos al cabo de más de 30 años de ignorarse. Los gemelos, que no sólo no parecen hermanos, sino que incluso parecen .pertenecer a distintas razas, están interpretados por Danny de Vito y Arnold Schwarzenegger. Aquél, un pillo redomado y mujeriego recalcitrante, da ocasión para el habitual desmadre gesticulante de De Vito, en oposición a la parquedad gestual de Schwarzenegger, que insiste en mostrar su sonrisa bobalicona como apoyo emblemático de la idiosincracia de su personaje, un ser musculoso y de mente superdotada, cuya inocencia y buenas intenciones acabarán por conquistar a su hermano.

Sin pena ni gloria

Entre las aventuras que comparten y resuelven, en las que no falta el romance amoroso secuencias donde destaca la personalidad de ChIoe Webb (Sid y Nancy, El vientre del arquitecto), que se convierte en protagonista siempre que sale en el plano-, está presente la búsqueda de sus progenitores por los presuntos hermanos huérfanos, lo que da ocasión, como refuerza el final de la película, para hacer apologia de la familia, declaración común al último cine americano.Los gemelos golpean dos veces, en definitiva, ofrece una acción que sin grandes aciertos distrae someramente, sin pena ni gloria, y desperdicia la posibilidad de centrarse en la pura comicidad, por su insistente coqueteo genérico, hecho también común a la actual comedia del cine americano, que busca en la aventura y en los escarceos emotivos paliar la ausencia de una ingeniosa vertebración cómica de sus guiones.