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El País Vasco inicia su recuperación económica

La comunidad no ha logrado aún rebajar su tasa de paro, situada en el 20% de la población activa

A punto de finalizar la década, tras la forzosa reconversión industrial que afectó principalmente a la siderurgia, naval y bienes de equipo, la economía vasca empieza a despuntar hacia la recuperación. La comunidad autónoma no ha logrado rebajar su tasa de desempleo, 20%, ni atraer las inversiones extranjeras, pero cuenta con un crecimiento de su producción del 4% y registra un incremento de la inversión interior. Gobierno, empresarios y sindicatos coinciden al valorar la tendencia a la recuperación económica, aunque esto últimos hablan del fracaso de la reindustrialización.

La mejora de la demanda española y el aumento del tráfico internacional han actuado de incentivadores en la economía vasca, que ha registrado en el último ejercicio un notable incremento del índice de actividad industrial (el 6% durante el primer semestre). Todos los sectores sociales coinciden en el balance positivo del año 1988, a pesar de que las cifras que arrojan las estadísticas sobre el porcentaje de desempleo (el 20%) no son todavía esperanzadoras. El Gobierno vasco, mirando atrás, se muestra satisfecho frente al incipiente dinamismo económico; los empresarios también, aunque reconocen que "no podemos dormirnos en los laureles". Los sindicatos, por su parte, reconocen el incremento de la actividad productiva, pero les preocupa que no genere directamente nuevos puestos de trabajo.El consejero de Industria y Comercio del Gobierno vasco, Ricardo González Orús, destaca uno de los objetivos fundamentales que decidió acometer el Ejecutivo autónomo desde que se formó el Gobierno de coalición, en marzo de 1987. "Me encontré con una esquizofrenia industrial. Una parte de nuestra industria muy deteriorada y otra muy pujante que convivían juntas. Además, contábamos con un nivel de paro muy importante. Aún ahora se sitúa dos puntos y medio por encima de la media estatal. Había que sanear la industria para promocionar, desde esa generación de riqueza, nuevas demandas empresariales". -

A lo largo del período de crisis industrial -"que afectó en mayor medida al País Vasco en sus fábricas de mayor plantilla", según recuerda Mario Fernández, ex vicelehendakari del Gobierno vasco- se ha incrementado la actividad siderometalúrgica. "Ahora abres la puerta de una empresa y te encuentras alta tecnología dentro". "Aunque la empresa se llame igual que hace 10 años y se haya tenido que reducir la plantilla un tercio", dice González Orús, a la vez que destaca el ánimo inversor que se ha detectado en los últimos años.

Roberto Velasco dirige la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI), creada por el primer Gobierno vasco. En su opinión, los sectores reconvertidos tienen, por lo general, mayor producción, pero con la mitad de la plantilla.

Los empresarios se muestran moderadamente optimistas al decir que "los beneficios se están reinvirtiendo en el país". Javier Hernández, secretario general de Confebask (confederación de empresarios vascos), que reconoce que la industria general del automóvil y la máquina herramienta va viento en popa, dice que "las empresas que aceptaron en su día el reto de la reconversión y el riesgo de la inversión están viendo sus frutos".

Guipúzcoa se ha ido recuperando de la crisis con mayor capacidad de reacción que Vizcaya, aunque en casos como Éibar el sector armero sufrió también un gran desgarro.

Desarrollo tecnológico

El grupo cooperativista de Mondragón, que agrupa a 165 empresas ubicadas en la comunidad autónoma vasca y navarra y que cuenta con una plantilla de casi 20.000 trabajadores, ha realizado un brillante ejercicio en 1988. Las ventas del grupo, dedicado a la fabricación de máquinas herramienta, fundición y forja, bienes de inversión y bienes intermedios, ha superado las previsiones al 10 1 %,según el balance publicado en la revista Lankide. Carmelo Urdangarín, secretario general de la cooperativa Danobat, señala que el concepto de empresa aislada con régimen de solidaridad en el reparto de trabajo ha favorecido, en el caso del grupo Mondragón, la recuperación económica.

El poder autonómico ha puesto en marcha planes de desarrollo tecnológico y de inversión, aplaudidos, con matices, desde todos los sectores sociales.

Dicen que el Ejecutivo vasco, en sus primeros años, se negaba a reconocer la crisis en el País Vasco, lo que impedía tomar medidas apropiadas para una zona progresivamente desvitalizada. "¿Pero quién reconocía la crisis?", protestan los sindicatos. "En los primeros años de autonomía hablábamos de economía y en seguida nos respondían con política, pero no sólo el Gobierno, sino todos", se lamenta Juan Antonio Mendoza, responsable del sindicato mayoritario ELA.

Abunda en este sentido Jaime del Castillo, profesor de Economía Aplicada en la universidad del País Vasco. "El triunfalismo del poder es ahora menor que en el año ochenta. Entonces no se reconocía que Euskadi era una zona en declive. Ahora ya nadie discute que la economía vasca está en peor situación que la española. Eso es un avance".

Mario Fernández, que fue vicelehendakari en el Gabinete que presidió Carlos Garaikoetxea, se defiende: "El esquema general de la política económica del primer Gobierno vasco se ha mantenido después. Con la diferencia que entonces había que gastar más dinero en reconversión y menos en promoción. Y lo que es más importante: el Gobierno actual cuenta con una coordinación real entre los poderes de la comunidad autónoma que nosotros no teníamos".

La puesta en marcha del programa de apoyo a la inversión (PAI) acordado el año pasado entre el consejero de Industria y Comercio del Gobierno vasco y las tres diputaciones forales ha servido de radiografía del tejido empresarial en lo que a iniciativas inversoras se refiere. El PAI ha quedado desbordado por las solicitudes. El Gobierno vasco contaba con un presupuesto extra de 10.000 millones de pesetas y se ha encontrado con solicitudes de inversiones valoradas en 145.000 millones.

El esfuerzo inversor y el incremento de la actividad productiva no genera, sin embargo, empleo. Si bien es cierto que no aumenta el paro, se percibe un desequilibrio entre el incremento de la productividad y el mantenimiento de una alta tasa de desempleo (el 20%). El consejero de Economía, Luis Atienza, atribuye este fenómeno a la industria, que está recuperando su capacidad productiva, infrautilizada, sin necesidad de reclamar mano de obra.

Sin embargo, el consejero González Orús matiza que el sector industrial no va a generar un incremento de plantilla digno de significación. "Eso le corresponde al sector servicios, asociado a la economía industrial o a los servicios públicos".

Comercio e inversión

El comercio exterior vasco -la suma de compras y ventas- ha vuelto a superar el billón de pesetas que alcanzó en 1984. Esta mejora de la balanza comercial exterior contrasta con la escasa inversión extranjera. Ocupa el sexto lugar en este tipo de inversiones, después de Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón y Valencia.

En opinión del profesor Jaime del Castillo, la presencia de ETA , "es, todavía, un factor determinante" que todavía explicaría, por sí mismo, el fracaso de la inversión extranjera. Y apunta otra característica: "Cataluña y Madrid han evolucionado hacia la apertura internacional. Sus elites son profundamente europeas, mientras que la sociedad vasca ha sufrido un proceso de endogamia creciente".

Para ELA, la falta de proyección europea e internacional del empresariado vasco no ayuda a salir del proceso vicioso. "Los empresarios han querido pasar inadvertidos. Quedándose aquí no conseguirán nunca atraer la atención de los foros económicos internacionales. No basta con hacer caso omiso de los titulares de la prensa o viajar de cuando en cuando a Bruselas".

¿Quién apuesta por la reindustrialización? Ello requiere contar con un plan de grandes inversiones extranjeras, y, en ese sentido, todavía pesa la imagen deteriorada que la comunidad autónoma no ha logrado superar. El País Vasco tiene, en general, un gran prestigio industrial, pero las actuaciones de ETA han frenado ese tipo de iniciativas. "Me consta", dice Mario Fernández, "que los inversores extranjeros, cuando vienen a este país a hablar de negocios, tienen encima de la mesa un dossier de prensa".

Para UGT, "la reconversión funcionó porque se hizo a costa de perder muchas capacidades y mano de obra, que afectó al empleo indirecto y a las bolsas de pobreza. Pero la reindustrialización ha fracasado estrepitosamente en el País Vasco". "En Madrid y Barcelona funcionaron; en el País Vasco, no. Se dijo que se iban a crear 10.000 empleos, y a 31 de diciembre de 1988 sólo se habían recuperado 408 puestos de trabajo".

No perder el norte

El nuevo titular de Economía del Gobierno vasco, Luis Atienza, explicaba, nada más tomar posesión de su cargo, el pasado 13 de febrero, que Bilbao debería recuperar su protagonismo económico en todo el cuadrante norte. La influencia de Vizcaya debería ser similar a la que ejerce Boston sobre Massachusetts o Burdeos en Aquitania. Para ello, era imprescindible contar con un plan de desarrollo de las infraestructuras de comunicación.Las inversiones de 200.000 millones de pesetas acordadas por la Administración central y vasca para financiar el nuevo trazado ferroviario del eje atlántico, la mejora de los aeropuertos y la ampliación del puerto de Bilbao son una buena inyección para mejorar las infraestructuras del transporte ferroviario, marítimo y aéreo. Desde el País Vasco se han alzado voces para animar la inversión en el eje atlántico. "El País Vasco es un interlocutor idóneo de toda la cornisa atlántica ante la CE. No hay que olvidar que, en tonelaje, el puerto de Bilbao es el que mayor tráfico tiene de toda España".

Los sindicatos se muestran esperanzados. La mejora de las comunicaciones en el eje atlántico contribuirá a que los empresarios que hayan superado la fascinación del Mediterráneo no pierdan el norte a la hora de invertir.

Aprender a trabajar

El incremento del tráfico internacional tras la integración de España en la CE obliga a replantear el estado de la formación profesional, que en los últimos años ha sufrido un progresivo abandono. La creación del futuro mercado único europeo obligará a los trabajadores a formarse en una especialización que, en un futuro inmediato, será su mejor aval para liberarse de las garras del desempleo.Confebask reunió la pasada semana a más de 30 empresarios a fin de abordar un programa de promoción y ayuda a la formación profesional. Los sindicatos, a la espera de que la Administración pública vasca dé un empujón a la formación especializada, insisten en que "hay que prepararse para el 93".

ELA-STV, UGT y CC OO han instado al Ejecutivo vasco a que constituya un consejo vasco de formación profesional. "Hay que homologar los estudios con Europa. Los que no se colocan a largo plazo son los que menos formación tienen". Los sindicatos insisten en la necesidad de formar a los empleados en sus especialidades. Además de citar los consabidos cursillos de informática para los sectores de servicios, señalan que los camareros, encofradores y soldadores especializados se colocan en seguida porque no existen profesionales de este tipo en el mercado.

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