Solana pide a sus colegas de la CE igualar los planes de estudio y la convalidación de diplomas

ESTEBAN S. BARCIA ENVIADO ESPECIALJavier Solana, que desde ayer preside en el Parador nacional de Segovia un consejo informal de los ministros de Educación de la CE, invitará a sus colegas europeos a encontrar un "marco adecuado" para mejorar el modelo de cooperación intergubernamental en materia educativa que la Comunidad Europea diseñó en 1976. El ministro español confía en que las instituciones educativas de los países comunitarios se adapten al acelerado ritmo que han desarrollado los demás sectores sociales ante el desafío del mercado único de 1992.

El documento de trabajo elaborado por la presidencia española de la CE para esta reunión de Segovia se sustenta sobre el acuerdo acerca de las fuertes repercusiones que forzosamente tendrán en los sistemas educativos los procesos desencadenados por los objetivos 1992. La presidencia española parte de la constatación de que el "tiempo europeo se ha acelera do" y de que todo invita a un cambio de ritmo en el debate educativo porque tal vez ya ha comenzado a desbordarse las previsiones que tan sólo hace un año se hacían para adecuala contribución de los sistemas educativos a la realización del mercado único.Las dificultades que inicial mente encontraron los doce para aprobar varios proyectos que, como el Erasmus y el Comett, con el tiempo han contado con el entusiasmo y la participación de todos son motivo más que suficiente para que el ministro español de Educación coloque sobre el tapete de la reunión de Segovia la conveniencia de mejorar las estructuras institucionales de la cooperación comunitaria, y los futuros proyectos.

Los cuatro puntos

El Ministerio de Educación es pañol no quiere escurrir el bulto a las suspicacias que todavía suscita en el seno de la Comunidad la mera hipótesis de una "soberanía compartida" en algunos puntos neurálgicos de la educación. "Nuestros sistemas educativos no son eternos, pues con frecuencia los reformamos", afirma la presidencia es pañola en el citado documento de trabajo. "Debemos preguntarnos si, cada uno por su cuenta, los sistemas educativos regionales o nacionales podrán hacer frente a los desafíos de la integración europea".

Para el diálogo de Segovia, la presidencia española someterá cuatro puntos concretos a la reflexión de los ministros comunitarios. En relación con la supresión de las fronteras educativas, y a partir de la directiva sobre reconocimiento de diplomas de educación postsecundaria, España se pregunta si no sería conveniente "proceder al reconocimiento de todos los diplomas, certificados y períodos de estudio" y "acercar las posiciones tanto sobre la duración de las carreras universitarias como sobre los mecanismos de acceso a todos los niveles educativos". En cuanto a las repercusiones sobre la educación de las actuales transformaciones económicas, la presidencia española sugiere la conveniencia de "consensuar algunos ejes estratégicos comunes a todas las reformas educativas".

Fracaso escolar

En tercer lugar, el Gobierno español propone afrontar el gran problema del fracaso escolar desde varias perspectivas. Sobre esta cuestión, la presidencia española se pregunta si la tasa fija de jóvenes entre 14 y 18 años que fracasan en los sistemas educativos no está vinculada íntimamente a las inadecuadas relaciones existentes entre la educación y los mecanismos de formación profesional.

Un último punto de reflexión tiene que ver con la idea de que ha llegado ya el momento de iniciar el estudio de los mecanismos de decisión y gestión que en materia educativa existen en la Comunidad, con vistas a su posible transformación.

A la reunión de Segovia asisten todos los ministros de Educación de la CE, excepto los de Irlanda, el Reino Unido y la República Federal de Alemania -representados por secretarios de Estado o ministros adjuntos- y la comisaria de Asuntos Sociales, la griega Vassos Papandreu.