Algunas metamorfosis
Il bell'Antonio fue una delicada novela de Brancati que narraba la historia del joven siciliano que se superaba en la especie de torneo sexual a que parecen destinados los hombres de su isla, pero que en realidad era impotente y no podía consumar el matrimonio al que le llevaba el amor. El cine conservó gran parte de esa delicadeza y de ese personaje, interpretado por Mastroianni con toda su capacidad para los matices en un guión de Passolini. André Roussin, autor de teatro de bulevar, convirtió en el personaje básico de la obra a la madre del desventurado: La mamma. Tenía que ser así porque escribía para Elvira Popesco, la actriz rumana adoptada por París, que interpretaba con un inolvidable y cómico acento, que bien podía ser italiano si llegaba el caso. Era una mujer que inundaba la escena con su carácter. La mamma se estrenó en el Ambassadeurs en 1957. El papel de Antonio perdía peso y todo residía en esta madre de Catania, machista, puesto su honor en la virilidad de su hijo, y con una trama equívoca y burda.Esta nueva metamorfosis de la historia se debe a Ángel F. Montesinos, adaptador y director para Florinda Chico, con un grato decorado de Emilio Burgos. Antonio ya ha desaparecido, simplemente aparece alguna vez por el escenario con su belleza masculina y su problema profundo (es el actor Jesús Cisneros), como prácticamente desaparece el papel, que originalmente tuvo su ternura, su emoción y su ingenuidad, de la desposada (la actriz Yolanda Arestegui). La madre, inventa patrañas para mantener el honor de su hijo, que pretende que sea el hijo segundo quien proceda a la desfloración secreta; al final, el bello Antonio florece y se dedica a ese complejo trabajo en la alcoba vecina al escenario, desde donde la madre proclama urbi et orbi el honor de su casa, donde nunca faltó un macho digno de ese nombre. Es innecesario decir que Florinda Chico está a sus anchas en este papel, que se ha reforzado todo lo posible: por aniquilación de los demás, por la supresión de algunas escenas o partes de diálogo para centrar la obra en la pura anécdota y el figurón -o figurona, como tal vez se diga ahora-, favorecido también por la traslación de los diálogos al castellano, como parece necesario para trasladar algo del lenguaje y los chistes del París de 1957 al Madrid de 1989. Es decir, que Montesinos ha hecho para Florinda Chico lo que Roussin hizo para la Popesco, con las consiguientes distancias de lugar, tiempo y acción.
La mamma
Autor: André Roussin (1957). Intérpretes: José Manuel Pardo, Lucía Vilanova, Florinda Chico, Francisco Piquer, Jesús Cisneros, Yolanda Arestegui, Ánjel Terrón, José Albert. Dirección de Angel F. Montesinos. Teatro Bellas Artes, 16 de marzo.
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