Estados Unidos anuncia un plan para reducir la deuda del Tercer Mundo sin más créditos
Alarmado por los sangrientos disturbios de Venezuela y por la posible reacción en cadena en toda Iatinoamérica, Estados Unidos anuncio ayer un significativo cambio de política, que pondrá el énfasis en la reducción de la deuda del Tercer Mundo más que en la asunción de nuevas deudas por los países en desarrollo. Se tratará de estimular a la banca privada a reducir el valor de la deuda que posee -condonación, en la práctica- y garantizar, a través del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), los préstamos fallidos.
Se trata de un significativo cambio de política abandonando el enfásis actual, que ha fracasado, en la asunción de nuevas deudas apilando nuevo dinero que ahora se admite que no podrá devolverse. De una forma gradual y sin estrépito, la Administración de Bush abandona, sin decirlo públicamente, el llamado "plan Baker" que insistía en que los países pobres se endeudaran mas a cambio de una política de liberalización y de crecimiento económico, por encima de cualquier otra consideración social o política."Nuestro objetivo es reavivar la esperanza de los pueblos y de los líderes de las naciones deudoras de que sus sacrificios conducirán a una mayor prosperidad inmediata y a la perspectiva de un futuro libre del peso de la deuda", dijo Bradley en un discurso pronunciado en Washington en el que expuso la nueva filosofia de la Administración de Bush para un problema que tiene connotaciones geoestrategícas para EE UU. Brady pidio "un gran esfuerzo cooperativo" de la comunidad internacional para resolverlo.
Japon, que había sido previamente consultado, ha apoyado el plan. Aunque Estados Unidos lo niegue, finalmente sería el contribuyente el pagano, ya que se utilizara dinero público con el que los países industrializados contribuyen a los fondos de las organizaciones económicas multilaterales. "Para apoyar y estimular a los deudores y los esfuerzos de la banca comercial para reducir la deuda y la carga de su servicio, el FMI y el Banco Mundial podrían suministrar fondos como parte de su programa de prestamos", explicó el secretario del Tesoro.
Estados Unidos sugiere que estos fondos pueden ser usados como garantia colateral de trueques de deuda por obligaciones, recomprando con importantes descuentos la deuda actual. También servirian para garantizar a la banca privada el pago de intereses y servicio de la deuda.
Asi, dijo Brady, los organismos internacionales cooperararan a restaurar futuros nuevos créditos voluntarios, que seguiran siendo necesarios. El secretario del Tesoro afirmó que la comunidad internacional debe llegar a un acuerdo, antes de fin de año, para aumentar las cuotas al FMI que respaldarian la nueva estrategia.
Estados Unidos propone una moratoria de tres años durante la cual desaparecerían las actuales limitaciones que pesan sobre la relación entre los deudores y la banca internacional. Todos los acreedores no serían tratados por igual y se limitarían las clasulas que impiden ahora negociar reduciones de deuda o de los intereses, credito por credito y banco por banco.
Washington sugiere facilitar las máximas oportunidades para reestructurar las deudas sobre el valor real del mercado, abandonando las restricciones de la centralización y sindicación actual de los prestamos. También la deuda nueva tendría un tratamiento diferente a la vieja.
Los detalles de la nueva filosofía norteamericana aun sonobjeto de in debate interno en la Administracíón y tardaran meses en formularse. La reunión de principios de abril del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, en esta capital, y la "cumbre" económica de los siete grandes países industrializados, en julio en París, sevirán para concretar este cambio de política exigido por la depaeración progresiva de los deudores y el peligro político de continuar como hasta ahora.
Se calcala además que las empresas norteamericanas han perdido 7.000 millones de dolares en exportaciones desde que estallo crisis de la deuda hace ahora siete años.
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