El episcopado pedirá un incremento de la asignación del IRPF para el 'impuesto religioso'

La Iglesia española quiere revisar la actual fórmula de financiación, tras conocerse unas primeras estimaciones de lo recaudado por medio de la asignación tributaria, también conocida como impuesto religioso, que asciende a 2.900 millones de pesetas en el primer año de vigencia de esta fórmula. El episcopado estudia solicitar un incremento del porcentaje sobre la cuota íntegra del IRPF -actualmente, un 0,52%, fijado por el Gobierno-, que le permita acercarse a los 14.300 millones de pesetas que recibe del Estado en calidad de dotación presupuestaria.

"La fórmula de revisión se enmarcará dentro de los actuales acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede", manifestó a este diario el secretario de la Conferencia Episcopal, Agustín García Gasco. Según datos a los que ha tenido acceso este diario, en diciembre de 1988 y con el 80% de las declaraciones revisadas, el 32% de los contribuyentes se mostraba dispuesto a contribuir al sostenimiento de la Iglesia católica, mientras que el 11 % hacía lo propio con entidades con fines sociales.

Según estos datos provisionales, el 20% que quedaba por escrutar puede hacer subir el 32% hasta el 36%, en lo relativo a la Iglesia católica, y el 13% hasta el 17% o 18%, para entidades con finalidad social. Sin embargo, la Conferencia Episcopal desconoce los resultados definitivos, que la Administración se comprometió a facilitar antes de febrero del presente año.

Casillas con cruces

Agustín García Gasco manifestó su extrañeza ante el hecho de no contar con datos absolutamente fiables a estas alturas del año "y con los medios mecánicos de que dispone el Ministerio de Economía y Hacienda". "Ayer [por el pasado martes] pregunté nuevamente por estos resultados y me dijeron que aún no había nada definitivo", añadió el obispo secretario del episcopado. La próxima semana se fijará una fecha para que la comisión mixta Iglesia-Administración comience a abordar el tema, incluido el previsible incrementodel porcentaje del IRPF correspondiente a la asignación tributaria que los contribuyentes desean que se destine a fines religiosos.

La fórmula actual -el 0,52% sobre la cuota íntegra del IRPF- fue fijada por el Gobierno y es el resultado de dividir el número de contribuyentes por la cantidad -unos 14.300 millones de pesetas- que recibe la Iglesia del Estado como dotación presupuestaria.

En el supuesto de que todos los ciudadanos hubieran marcado la cruz en la casilla de la asignación tributaria a la Iglesia, al realizar la declaración correspondiente a 1987, la cantidad hubiera debido ascender al total que recibe la confesión católica por vía de la dotación.

Respetar los acuerdos

Según los acuerdos entre el Gobierno español y la Santa Sede, la fórmula del llamado impuesto religioso debe tener una duración de tres años, pasados los cuales la Iglesia deberá autofinanciarse. García Gasco manifestó que la intención del episcopado es respetar escrupulósamente estos acuerdos, por lo cual se optará por la vía de solicitar un incremento del porcentaje de la cuota íntegra del IRPF.

Sin embargo, algunos sectores de la Iglesia preferirían la desgravación fiscal por donativos a la Iglesia, camino que parece poco probable, ya que no está previsto en los acuerdos.

El Gobierno, en respuesta a una serie de preguntas efectuadas por el diputado del Partido Aragonés Regionalista Isaías Zarazaga, respondió el pasado mes de febrero que, según estimaciones iniciales, se han recaudado 9.100 millones de pesetas en concepto de asignación tributaria.

La respuesta no desglosa -al margen de los 2.900 millones para la Iglesia- cuántos contribuyentes habían manifestado explícitamente su voluntad de colaborar con entidades dedicadas a fines humanitarios y sociales.

El diputado regionalista declaró a este diario que la información que le había facilitado el Ejecutivo era incompleta, pues, o que, entre otras cosas, ne explicitaba qué norma va a regir para la distribución de partidas destinadas a estas entidades.