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Amenaza en la Amazonia

Expertos internacionales denuncian en Brasil la explotación irracional de la mayor selva del mundo

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'Efecto invernadero'

Los indios están bien organizados y tienen conciencia del efecto propagandístico de está reunión, que aprovecharon para denunciar un plan del Gobierno para construir lagos artificiales que inundarían un área de unos 18.000 kilómetros cuadrados. Parte de las reservas indígenas cerca del río Xingu, uno de los principales de la Amazonia, estarían perdidas.El cantante inglés Sting, que viajó a Altamira y que ha iniciado una campaña internacional contra la deforestación de la Amazonia, fue expulsado de la reunión, Un jefe indio le llamó "estrella decadente" y lo acusó de buscar publicidad gratis a costa de la causa indígena, tras lo cual Sting decidió marcharse.

El arzobispo de xingu, Erwin Krautler,recibió el miércoles pasado un telegrama del papa Juan Pablo II en la que éste le expresa su "solidaridad espiritual con los indios". Las autoridades enviaron un representante personal del Presidente, José Sarney, y la compañía estatal de electricidad, uno de sus principales directivos. Hubo mucha tensión en el recinto lleno de indios y periodistas cuando uno de los jefes de tribu amenazó a este directivo con su cuchillo. Al final, el Gobierno evitó decir si archivaría sus proyectos y la reunión se saldó sin conclusiones en este apartado.

El peligro del mercurio

Tres científicos brasileños denunciaron, ante el mismo tribunal de Altamira, que más de una tonelada de mercurio proveniente de las minas de oro del interior ha sido vertida a los ríos y puede provocar consecuencias desastrosas para la región. Los niveles de mercurio descubiertos por los

científicos en el pelo humano de los pobladores de la región superan en 14 veces los máximos tolerados par la organización Mundial de la Salud.

Según el acusador en el proceso efectuado esta semana en AItamira, Luis Ismaelino Valente, fiscal de justicia de Belem, el modelo de desarrollo impulsado por el Gobierno en Amazonia está "enteramente dedicado a saquear los recursos naturales".

El Gobierno, por su parte, se niega a aceptar cualquier proyecto internacional que limite su acción sobre la Amazonia. "No va. mos a cambiar nuestra soberanía o una parte; de nuestro territorio por cualquier tipo de ayuda económica o por nuestra deuda externa", dijo el presidente Sarney. Las palabras del mandatario son el espejo fiel de lo que piensan amplios sectores militares y burocráticos en Brasilia.

Aunque la verdadera dimensión de los incendios en la Ama. zonia divide a los especialistas, todos están de acuerdo en que la mayor selva del mundo ha perdido ua parte importante de su extensión en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, se han incendiado 120.000 kilómetros cuadrados y otros 80.000 han sido desbrozados con tractores. El ecologista norteamericano Phillip Fearnside, que desde hace 13 años trabaja en Manau, en el Instituto de Investigaciones de la Amazonia, cree que el Amazonía ya perdió, en total, unos 400.000 kilómetros cuadrados de su floresta. Pero el Banco Mundial, basado en datos de otro satélite norteamericano, pone este número en los 600.000 kilómetros cuadrados, más o menos el 112% de la Amazonia.

La intensidad de la quema de la floresta amazónica, producida por agricultores y ganaderos impulsados por incentivos fiscales del Gobierno y absoluta falta de recursos técnicos, llega.a ser detectada a 833 kilómetros de altura por satélites norteamericanos.

Devastación sin paralelo

La alteración de al menos 20 millones de hectáreas, por utilizar el eufemismo oficial, no tiente paralelo en la historia de la humanidad. El ecologista José Lutzemberger, que recibió el año pasado el premio Nobel Alternativo, ha denunciadó en Altamira que, dado el actual ritmo de deforestación de la selva amazónica, "en 20 0 30 años más no tendremos nada".

Todas las palabras y protestas internacionales no hubiesen provocado reacción alguna del Gobierno brasileño, probablemente, a no ser por el radical corte en la concesión de préstamos del Banco Mundial, Presionado i sobre todo por los Gobiernos de la República Federal de Alemania y de EE UU, preocupados ¡ por el impacto ambiental de los proyectos que financia, el Banco Mundial impone condiciones.que el Gobierno brasileño considera absurdas e irracionales.

Los técnicos del banco dicen que el Gobierno hace muy poco para aminorarlas consecuencias negativas de la construcción, por ejemplo, de gigantescas hidroeléctricas en la Amazonia, lo que supone la destrucción de más vegetación y fuerte impacto sobre comunidades indígenas. Por otro lado, los brasileños argumentan que las condiciones del banco constituyen una interferencia en la soberanía nacional.

Deuda por ecología

El Banco Mundial ha paralizado la entrega de 500 millones de dólares (unas 55.000 millones de pesetas) para el sector eléctrico brasileño, debido a sospechas de que podrían ser utilizados en la construcción de una central atómica. Este banco ha suspendido también la entrega de otros 500 millones para la reforma del sector bancario brasileño y 150 millones más para combatir la malaria.La decisión del Banco Mundial tiene otras consecuencias: el reciente acuerdo firmado por Brasil y la banca acreedora privada internacional, que ha otorgado 5.200 millones de dólares en créditos para. este país, tampoco puede realizarse ya que una de sus cláusulas condiciona la entrega a los entendimientos entre Brasil y el Banco Mundial.

Frente a esta situación, influyentes políticos americanos proponen el cambio de títulos de la deuda brasileña por recursos que serían aplicados en instituciones con fines de preservación de la floresta. Este tipo de propuesta, conocido en Brasil como cambio de la deuda por la ecología, ha sido recibido por los militares como una mal ocultada tentativa de internacionalización de la Amazonia y su pérdida de control de una región vital en términos económicos y geopolíticos.

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