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Etienne Balibar teme un 'apartheid' en Europa

El filósofo marxista considera que "no hay nacionalismo sin racismo"

Étienne Balibar viaja con regularidad desde hace tiempo y en los aeropuertos europeos se ha preguntado a menudo, ante las dos colas que dividen a los humanos entre ciudadanos de la Comunidad Europea y los demás, si no será ése un símbolo de todos los racismos que se están exacerbando en Europa. ante la nueva realidad de una sociedad mestiza. Profesor en la facultad de Filosofia de la universidad de París, Balibar habló el jueves y viernes en la a iiversidad Complutense de Madrid sobre racismo y sobre nación. "Temo que en Europa se llegue a cierto tipo de apartheid", dice Balibar.

La gente suele preguntarse dónde se escondía y cuándo se formó el racismo que de pronto estalla en cualquier parte sin aviso. Y es que, explica Balibar, no se conocen bien los mecanismos del racismo que permanecen latentes en todo nacionalismo. Ello no quiere decir, matiza, que en todo nacionalismo se agazape un nazismo o un apartheid. "El paso al acto es crucial", señala.Invitado para hablar en la universidad Complutense de Madrid por el departamento de Gabriel Albiac, profesor de filosofía y premio Nacional de Ensayo con La sinagoga vacía, Balibar piensa que hoy en Europa la discusión sobre el racismo es "ineludible": en el Reino Unido, Francia, Alemania Occidental, incluso en Italia y otros países, viven poblaciones de inmigrantes que ponen en cuestión las ideas que de sí mismos y de sus naciones tenían los europeos y que desencadenan alarmantes fenómenos de racismo, inesperados para la mayor parte de la población. "El racismo se ha convertido en un hecho importante y grave de la vida política, un hecho de tipo fascista -es mejor hablar claramente-, pues al racismo se une el nacionalismo". Balibar explica que el fenómeno "está estrechamente conectado con esos movimientos intelectuales que pretenden ,la revisión del nazismo y del fáscismo".

Nación y racismo

Esa población inmigrante, que Balibar llama genéricamente del sur, le ha dado la vuelta al concepto de nación. "No hay nación sin nacionalismo, y no hay nacionalismo sin racismo", dice. "La alternativa en la que se pretende encerrar la discusíón sobre esas poblaciones inmigrantes -asimilación o segregación- viene de un siglo y medio antes, es un lenguaje de época colonial". El dilema no tiene sentido para esa población inmigrante, explica Balibar, toda vez que el concepto de identidad nacional evoluciona a tal velocidad que se puede hablar de estallido. Ocurre además que muchos jóvenes de esas poblaciones están "reivindicando un derecho a la diferencia", en una suerte de modelo americano ideal, donde las minorías convivirían unas junto a otras en igualdad de derechos. Un buen ejemplo de dónde se puede llegar en esta convivencia es la cultura rasta. En el proceso de integración de las diferentes razas y culturas tiene un papel que es preciso tener en cuenta la atracción entre los jóvenes de las distintas razas.

La inminente integración plena de los países de la Comunidad Europea, que no forzosamente se ha de traducir en una integración de las instituciones, va a producir en los europeos un choque, "pero en ambos sentidos", advierte Balibar: el choque de que se puedan crear ciudadanos de dos clases, y también el que sufrirán ciertos continentales forzados a sentirse europeos.

Balibar, que se autodefine marxista, cree que "sigue habiendo una fuerte determinación de clase", de modo que para la burguesía europea la unificación continental no vendrá sino a ratificar algo que ya existe de hecho, en tanto que para otras clases será distinto.

Más conocedor de Latinoamérica que de España, Balibar se había preguntado siempre por el origen de la expresión hispana día de la raza, que escuchó por ptimera vez en México, hasta que descubrió en esta vi sita, según un librillo sobre san ta Teresa, santa de la raza, que hojeó en una pequeña librería frente a su hotel, que la expresión viene de 1917, es decir, es una expresión "prefascista".

Idea de raza

Admirador de Rafael Sánchez Ferlosio tras haber leído alguno de sus artículos muy críticos con el festejo del aniversario del descubrimiento y conquista de América, Balibar se pregunta en qué momento cristalizó "la idea de raza en el pensa miento español".

En Francia se debate estos días con fuerza en torno a conceptos oJe nación y racismo, y no sólo por la realidad política de Jean-Marie Le Pen y la crónica de sucesos, alimentada por ocasione les incidentes racistas, sino por la retórica intelectual creada p ar la llamada nueva derecha, que a juicio de Balibar es, por primera vez en mucho tiempo, sofisticada y ambiciosa.

Los teóricos de la nueva derecha, explica Balibar, se remiten de forma constante a conclusiones que, deducen ellos, se encuentran implícitas en el libro Raza y cultura, de Claude Lévi-Strauss, libro que revisaría ciertos aspectos de su anterior y legendario Raza e historia, texto fundamental del antirracismo tras su publicación en los años cincuenta. Algunos teóricos como Alain Finkielkraut o Tzvetan Todorov han entrado con fuerza en la polémica.

El debate está mal planteado, opina Balibar, pues comete el error de hablar de la diversidad cultural como de algo estático.

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