La guerrilla salvadoreña fija la paz al retraso electoral

La guerrilla de El Salvador advirtió ayer que no existe posibilidad de acuerdo para la pacificación del país si no se postergan las elecciones presidenciales previstas para el próximo 19 de marzo. Después de la primera jornada de conversaciones, el lunes, entre los partidos políticos y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), los representantes gueffilleros acusaron a los partidos de negarse a negociar aspectos importantes, e insistieron en que boicotearán la jornada electoral si no se consigue Negar a compromisos firmes en México.

"No pueden o no quieren negociar nada en serio", manifestó Salvador Samayoa, miembro de la delegación guerrillera, antes de empezar ayer la segunda jornada de diálogo. Samayoa dijo que el obstruccionismo principal se había dado por parte de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena). La guerrilla presentó una oferta de paz que consiste en un alto el fuego de cinco meses de duración si las elecciones son aplazadas hasta el mes de agosto.El comandante Shafick Handal dijo, por su parte, que el FMLN no acepta la explicación de que el retraso de las elecciones supondría violar la Constitución. "Si hay voluntad política, puede hacerse", afirmó.

La guerrilla cree que los partidos políticos deben pasar por encima de la opinión del Ejército salvadoreño, abiertamente hostil al aplazamiento de los comicios, para conseguir la pacificación del país. "El Ejército no es ningún tribunal y no puede actuar como tal", dijo Handal.

Shafick Handal recordó que las organizaciones insurgentes lucharán contra los comicios del 19 de marzo. "Si se celebran estas elecciones, van a causar una gran indignación en el pueblo, y nosotros vamos a respaldar esa indignación", explicó.

Posiciones divergentes

El comandante guerrillero aseguró que el FMLN participa en la reunión que se celebra en México, cuya conclusión estaba prevista para la noche de ayer, con "voluntad de aportar soluciones para acabar con la guerra". En opinión del comandante rebelde, uno de los seis integrantes de la dirección del FMLN, esta reunión "es el inicio de un proceso de concertacíón nacional que puede llevar la paz a El Salvador".Los partidos políticos llegaron a México con posiciones divergentes. Mientras que Arena ha manifestado, en consonancia con el Ejército, que no se pueden postergar las elecciones, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), algo distanciado del punto de vista del presidente Napoleón Duarte, considera que el Parlamento podría encontrar el mecanismo legal para aceptar la propuesta guerrillera sin violar la Constitución.

Ni Arena ni el PDC trajeron a México a sus primeros espadas, lo cual no ha favorecido el optimismo. Arena estuvo representada por el candidato a la vicepresidencia, Francisco Merino, considerado como un representante de la línea más radical del partido derechista. El principal representante demócrata cristiano fue Eduardo Colindres, secretario personal y hombre de confianza de Napoleón Duarte.

La reunión se celebró en el centro turístico de Oaxtepec, a 100 kilómetros de la ciudad de México, donde Hernán Cortés levantó en su tiempo una hacienda de descanso. La convivencia en ese lugar ha provocado escenas tan insólitas como la de ver compartiendo mesa a Francisco Merino y a la comandante guerrillera Ana Guadalupe, miembro de la comisión político-diplomática del FMLN. Al primero, la izquierda le ha acusado de estar relacionado con el sector de Arena que sostuvo los escuadrones de la muerte; la segunda dejó hace muy poco el uniforme de combate y el fusil.

Distintos sectores de la opinión salvadoreña han adelanta do que no se debe ser excesiva mente optimista sobre los resultados que puedan obtenerse en México. El obispo católico Rosa Chávez ha advertido que esta reunión es sólo "un primer paso", mientras que fuentes di plomáticas opinaron que algunos de los partidos que acudieron a la cita de Oaxtepec lo hícieron sólo movidos por interés electoral.

El problema de la guerra, agudizado en el último año, se ha convertido en el principal tema de debate en la campaña electoral que se desarrolla en El Salvador, en la que ningún partido quiere aparecer como contrario a un acuerdo para pacifi car el país. Aparentemente, la estrategia de los principales partidos salvadoreños no pasa, sin embargo, por un acuerdo en las conversaciones de México.

Arena, confiada en su victoria en las urnas, se inclina más a una negociación bilateral, con pleno respaldo del Ejército, cuando sus hombres ocupen ya el Gobierno de la República.

Los compromisos internacionales y la táctica utilizada por la guerrilla en los últimos meses impiden a los dirigentes Guillermo Ungo y a Rubén Zamora tomar una decisión que, probablemente, les devolvería a las catacumbas políticas.

[Por otra parte, dos coches bombas hicieron explosión ayer junto a cuarteles militares en la capital provincial salvadoreña de Zacatecoluca, provocando la muerte de una pareja y heridas a otros tres civiles.

Según testigos y fuentes militares, el atentado es obra de las fuerzas guerrilleras, "que intentaron atacar directamente a la población porque se sabe que los cuarteles llevan algún tiempo vacíos".

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