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El CDS asegura que su estrategia tendrá, respaldo popular al resurgir la conflictividad social

Anabel Díez

El presidente del Centro Democrático y Social (CDS), Adolfo Suárez, no va a cambiar su estrategia de crítica global a la política del Gobierno, manifestada en el debate del estado de la nación, a pesar de que "la primera imagen" que ha ofrecido es de radicalismo y escaso afán de cooperación, en contraste con la oferta de consenso del Partido Popular. El reproche principal que ha tenido que escuchar Suárez de su grupo ha sido el de caer en la tentación de emplear todo el turno de réplica en defender su pasado en vez de utilizarlo en criticar a González y exponer una alternativa.

La previsión de la dirección del CDS es que obtendrá gran rentabilidad "a medio plazo", y concretamente en torno al Primero de Mayo, fecha para la cual prevén un aumento de la conflictividad y, según su análisis, un mayor deterioro del Gobierno."Los ciudadanos se darán cuenta de que sólo el CDS e Izquierda Unida se han opuesto a la política del Gobierno y que somos los únicos que hemos abogado por una política más social", dijeron fuentes de la dirección del CDS. Antes y después del debate del estado de la nación, la dirección del CDS estudió la estrategia a seguir y tan sólo ha habido autocrítica en cuanto a que Adolfo Suárez picó en la estrategia del presidente del Gobierno, Felipe González, de introducirse en la gestión presidencial del político centrista, y, por tanto, se puso a la defensiva.

Diversos parlamentarios de la formación centrista aseguran que reprocharon a Adolfo Suárez haber utilizado el turno de réplica para defender su gestión, a pesar de que tenía el firme propósito de no responder a esa "provocación". Según estas fuentes, en cada debate del estado de la nación Suárez asegura que no hablará de su pasado, a pesar de que González siempre le incita a ello, y que exigirá al presidente del Gobierno que hable de su gestión presente. No obstante, estas fuentes reconocen que Suárez siempre lleva, "por si acaso", informes extractados con cifras y estadísticas de sus años de Gobierno.

En esta ocasión utilizó más que en ningún otro debate esos informes comparativos referidos a los primeros años ochenta, olvidándose por completo en todos sus turnos de réplica de ofrecer una política alternativa y entrando de lleno en la línea que González le marcó,

siempre según la versión de los parlamentarios consultados. Suárez reconoció ante su grupo parlamentario que no pudo ceder a la tentación de hablar del pasado una vez que González le recordó que por la vía de un decreto ley había procedido a regular los salarios en la empresa privada.

La exasperación de Suárez aumentó al oír las ironías de González preguntándose sobre la reacción que provocaría si el Gobierno socialista tuviera esa osadía, para terminar asegurando que jamás se atrevería a una medida de ese tipo.

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El resto de las fuerzas políticas han extraído una primera consecuencia del debate del estado de la nación: el aislamiento del CDS y su adopción de posiciones radicales, que lo sitúan en la órbita de Izquierda Unida.

El secretario general del CDS, José Ramón Caso, en declaraciones a este periódico, rechaza esa interpretación y afirma su convicción de que la opinión pública lo que ha percibido es que "el PSOE ha buscado el apoyo de la derecha". "La mayoría de los ciudadanos quieren una política más redistributiva, y eso es lo que ha ofrecido el CDS", afirmó Caso.

Según Caso, no hay peligro de que se les confunda con IU, ya que su opción es nítidiamente "de centro". "Los ciudadanos querían una crítica profunda y eso es lo que hizo el CDS".

José Ramón Caso, obviamente, no reconoce ningún fallo en su estrategia ni en la intervención de Adolfo Suárez y se limita a decir que el tiempo les dará la razón. Con más claridad, sin embargo, hablan parlamentarios de su grupo, siempre que se les respete el anonimato, aunque lo cierto es que todos coinciden en el análisis y el único reproche es la ya comentada debilidad de Suárez de recurrir a la defensa de su pasado nada más que es mencionado.

Estas fuentes revelan que el CDS es consciente de que "de manera inmediata" habrá sectores que no entiendan su posición, pero que "a medio plazo", y concretamente en torno al Primero de Mayo, quedará claro para muchos votantes "del PP y del PSOE" que el CDS ha defendido una política más solidaria. Es en torno a la fiesta de los trabajadores cuando el CDS prevé un gran deterioro del Gobierno, ante la falta de acuerdos con los sindicatos, y la reproducción del clima de cabreo nacional".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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