Zaragoza rinde homenaje a Viola con una muestra antológica

El pintor Manuel Viola (Zaragoza, 1916-El Escorial, 1986) es objeto de un homenaje en su ciudad natal con una exposición antológica, en la que se exhiben 60 obras representativas de sus diferentes etapas. La muestra ha sido organizada por la Diputación Provincial de Zaragoza en las salas del palacio de Sástago.

La exhibición de las 60 obras se ha distribuido en cinco salas: una con obras del período austero, en las que predomina el blanco y negro y en las que se aúna la corriente informalista, el impulso del gesto y la tradición española del tenebrismo. Destaca la obra titulada La saeta (1958), que asombró a Antonio Saura y a Millares y propició que Viola ingresara en el grupo El Paso.

Otra sala se dedica a las primeras obras de formato pequeño, fechadas en torno a 1950, entre ellas dos bodegones que Viola presentó en su primera exposición en 1953. El momento culminante del pintor queda reflejado en obras de varias épocas y en la última etapa de su producción. Una quinta sala recoge una selección de dibujos, así como el Libro de las casidas, de Federico García Lorca, ilustrado por Viola con 10 litografías.

"Visceral y vitalista"

Manuel Viola se inició en el mundo del arte a través de la revista Art, donde realizó una serie de dibujos. Tras la guerra civil española, en la que combatió al lado de la República, se exilió a Francia. Allí entró en contacto con el surrealismo; entre 1943 y 1944 realiza sus primeras obras, y en 1949 regresa a España. La comisaria de la exposición, Cristina Jiménez Navarro, describe a Viola como "cultivado, visceral y vitalista, a la vez que ilustrado. Sabía de filosofía, de teoría literaria, de casi todo".