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España gastó en 1988 en investigación y desarrollo el doble del presupuesto de Justicia

España ha gastado un 0,85% de su producto interior bruto (PIB) en investigación y desarrollo durante 1988 -equivalente al presupuesto de Justicia para 1989-, que ha sido el primer año de vigencia del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico. La cifra correspondiente a 1987 fue del 0,73%. Una estimación de los efectivos dedicados a la investigación arroja una cifra de 25.000 personas durante 1988, lo que supone un aumento de 5.000 investigadores respecto a 1985. Javier Solana, ministro de Educación y Ciencia, hizo públicos ayer estos datos oficiales y avanzó la actuación en este campo durante la presidencia española de la CE.

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La parte del león

Javier Solana, ministro de Educación y Ciencia, presentó ayer los resultados del primer año del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, en cuyo marco se han repartido 13.000 millones de pesetas.Solana se mostró muy optimista sobre "el éxito conseguido, que va más allá de las propias esperanzas de la Administración" y señaló que España se encuentra en una senda de "creciente valoración" de las actividades de investigación y desarrollo (I+D) que va a permitir cubrir con creces lo previsto en el plan, de cuatro años de duración. Para 1991, se ha fijado como meta un porcentaje del PIB del 1,1%, lo que situaría a España en un nivel comparable al resto de los países europeos.

Este año, se espera que el Estado gaste de forma directa 153.000 millones de pesetas, de los que 23.000 están destinados a la segunda convocatoria del plan, que tiene un aumento de fondos del 80% respecto al año anterior.

3.900 millones se dedicarán a proyectos concertados con la industria, que es aproximadamente la misma cantidad que el año anterior, aunque se espera que aumente la aportación de las empresas de forma que se aprueben proyectos por un montante superior a los 10.000 millones de pesetas.

Han aumentado sobre todo los capitulos de proyectos de investigación y de infraestructura, con 11. 500 millones de pesetas (frente a 6.260 en 1987), y el de formación de personal investigador, con 6.100 millones de pesetas (frente a 2.600 en 1987).

En los presupuestos generales del Estado de este año quedan reflejados ya el apoyo y la creación en las universidades y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de oficinas de trasnferencia de resultados de investigación a empresas y la desgravación de hasta un 30% para empresas que tengan actividades de I+D.

Solana, como bresidente del consejo de ministros de ciencia y tecnología de la CE durante los seis meses de presidencia española, espera poder aprobar algunos importantes programas pendientes, dentro del Programa Marco de Investigación puesto en marcha en 1987: como el Brite/Euram sobre nuevos materiales y el de grandes instalaciones científicas.

Presidencia de la CE

También se va a iniciar la evaluación de la marcha del programa marco, y España quiere incidir especialmente, según Solana, en la necesidad de cohesión económica y social en las actividades de I+D.

Por otra parte, España ha obtenido retornos que oscilan entre el 5% y el 9% en las últimas convocatorias de la primera edición del programa marco, porcentajes muy próximos al 7% de la aportación española al presupuesto comunitario, a pesar de que los investigadores españoles sólo representan el 4% de los comunitarios.

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