Dos industriales vascos, condenados por evasión de 130 millones de pesetas

Los hermanos José Antonio y José María Altuna Gallastegui, industriales de Mondragón, y Juan Francisco Agudera Leiva han sido condenados a dos meses de arresto y 33 millones de pesetas de multa cada uno como autores de mi delito monetario continuado. El tribunal no ha apreciado la circunstancia eximente de miedo insuperable, alegada por los hermanos Altuna, que afirmaron en el juicio haber sido amenazados por EFA.

Los magistrados sí han considerado, en cambio, la aplicación de las atenuantes de repatriación del dinero, pues lo han vuelto a ingresar en España, y de arrepentimiento espontáneo, ya que los Altuna confesaron voluntariamente los hechos a un inspector de finanzas del Estado antes de que se hubieran iniciado proceso penal o actuaciones policiales sobre el asunto.La sentencia declara probado que los hermanos Altuna decidieron entregar anualmente 20 millones de pesetas a Juan Francisco Aguilera, repartidos en dos entregas de 10 millones cada una, que éste situaba en una cuenta que los Altuna tenían abierta en el Fints Fidelity Bank de Nueva Jersey (USA), donde lo convertían en dólares. Finalmente, el dinero pasaba a su cuenta del General Bank de Nueva York.

Extorsión

Desde 1980 hasta 1987, los dos hermanos extrajeron del territorio español 130 millones de pesetas, que fueron repatriados en 1988 a otra cuenta de los hermanos en el Lloyds Bank de Santa Cruz de Tenerife.En los fundamentos jurídicos, la sentencia precisa que "no procede apreciar en los hermanos Altuna la eximente de miedo insuperable, pues no obstante su condición de ciudadanos vascos y residentes en Mondragón, no consta suficientemente probado que hubieran sido objeto de amenazas puntuales, personales, directas o extorsión alguna por la organización terrorista ETA".

El texto judicial agrega que la misiva que los hermanos Altuna presentaron como prueba de las amenazas sufridas "es de fecha 12 de septiembre de 1979 y aparece sin dirección alguna", así como tampoco la "recordatoria"; y en ninguna de las dos notas existe la más mínima indicación de que sus destinatarios efectivos fueran los hermanos Altuna.