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EL PATRIMONIO DEL PINTOR

El miedo a comprar obra falsa bloquea la cotización de Dalí en el mercado de Estados Unidos

Los galeristas no reciben peticiones y los expertos recomiendan esperar para comprar obra del pintor

Cuando murió Andy Warhol, los teléfonos de la galería Upstairs, en Beverly Hills, California, comenzaron a sonar. Todos preguntaban: "¿Qué tiene y cuándo puedo verlo?", recuerda Lee Sonnier, director de la galería. Pero el día en que murió Dalí, la pasada semana, la galería no recibió ninguna llamada interesándose por la obra del pintor. Para descorazonar más al departamento de ventas de la galería, la semana anterior se había lanzado una promoción en la que se ofrecían gratis litografías de Dalí a quien comprara obra por un valor de 1.000 dólares (unas 116.000 pesetas).

El marchante de Los Ángeles Jack Rudberg tenía 15 llamadas en su contestador automático cuando abrió su galería el pasado rnartes por la mañana"Ninguna de ellas hacía referencia a Salvador Dalí", dijo Rudberg, quien en los últimos años ha vendido entre 15 y 20 cuadros de Dalí y piensa que es el único que tiene un original de Dalí en el mercado de Los Ángeles: un grabado del año 33 denominado Niño saltamontes.Incluso Sotheby's de Nueva York, que espera conseguir grandes beneficios de cualquier dalimanía que pueda surgir tras la muerte: del artista, publicó rápidamente una discreta declaración: "La muerte de Salvador Dalí tendrá poco impacto en los precios de subasta", afirmaba John Tancock, vicepresidente del Departamento de Impresionistas y Pintura Moderna de Sotheby's.

¿Qué flia ocurrido con la escalada de precios que suele haber tras la. muerte de un artista importante?

"Dalí liquidó su propio mercado", dice Dick Ruskin, un experto de Los Ángeles que ha comparecido como testigo en una serie de juicios sobre prácticas fraudulentas con grabados de Dialí. Las estimaciones sobre el alcance internacional del fraude con obras de Dalí llegan a la cifra de 3.000 millones de dólares.

Una empresa financiera

"Dalí nunca protegió su firma", afirma Pierre Marcand, un editor de grabados de Dalí que vive en Beverly Hills y que ha visto cómo un negocio rentable se venía abajo; "su obra gráfica se ha convertido en una pura empresa financiera", afirma Marcand.

Tras separarse en 1974 de Peter Moore, su apoderado de toda la vida, Dalí perdió el control de sus negocios y parece haber sido explotado por sus nuevos socios. No sólo vendió el copyright de sus grabados a varios agentes, sino que puso en circulación miles de hojas firmadas en blanco.

En 1974, los aduaneros franceses detuvieron en la frontera con Andorra un camión que contenía 40.000 de estas hojas Mientras algunas de ellas fueron usadas con fines legítimos y autorizados por el artista, muchas otras cayeron en manos de promotores poco escrupulosos, afirma Albert Field, un historiador de arte, de Nueva York, que en la actualidad trabaja en una edición de todos los grabados de Salvador Dalí.

Ediciones Martin Lawrence, con sede en Los Ángeles y dedicada a la publicación de dalíes, quebró por la desconfianza de los clientes, según afirmó Martin Blinder, de esta compañía. Varios comerciantes tuvieron entonces que cerrar por el fraude y otros dejaron de vender obra producida durante los años setenta y ochenta.

Pero si los comerciantes han percibido tras la muerte de Salvador Dalí un clamoroso silencio, los expertos sí están siendo consultados. Field dijo que ha recibido más de 20 llamadas, la mayoría de propietarios de dalíes que se encuentran preocupados por que su inversión puede desvanecerse.

Ruskin dijo que él ha aconsejado a los coleccionistas que esperen incluso un año antes de vender, para ver qué pasa con el mercado. Los vendedores coinciden en que la conclusión sobre los verdaderos y falsos dalíes ha provocado una caída en los precios de los últimos grabados de Dalí.

"Los cuadros de Dalí siempre se han vendido bien en las subastas. Una tendencia que esperamos continúe", afirma Tancock en un comunicado de Sotheby's; el comunicado citaba el precio récord alcanzado por un Dalí: 2,4 millones de dólares, pagados en 1987 por La batalla de Tetuán, que se preveía vender entre dos y tres millones de dólares.

Aunque el cuadro no superó la cifra máxima adelantada por Sotheby's, sí eclipsó el récord pagado antes por un Dalí, que fue de 816.480 dólares, pagados en 1982 por un cuadro de 1929 llamado El enigma del deseo, también conocido como Mi madre, mi madre, mi madre.

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