El alcalde multará al que se "chute'
Varios ayuntamientos españoles sancionan con 15.000 pesetas el consumo de droga en público y tirar jeringuillas
Tuuuuuuuuuruuuu uuuu ... De orden del señor alcalde "se sancionará el consumo de drogas, en cualquiera de sus modalidades o presentación, en todas las vías y lugares públicos de la ciudad de Toledo". "Asimismo se sancionará arrojar o abandonar en los lugares de uso público jeringuillas o cualquier objeto o residuo utilizado o utilizable para el consumo de estupefacientes". El bando del alcalde de Toledo, José Manuel Molina, de AP, ha tenido un poderoso efecto mimético. Los ayuntamientos de Palencia (con alcalde de AP), Plasencia (CDS), Ferrol (AP) y Mejorada del Campo (PSOE) le han seguido los pasos.
AP está gestionando la extensión de este bando a todos los municipios donde gobierna. "No pienso cobrar derechos de autor", ironiza Molina. En Toledo, un porrero y un yonqui pillados en acto de servicio ya han sido multados con 15.000 pesetas. Izquierda Unida, la Plataforma alternativa sobre las Drogas, y vanos abogados han recurrido el bando de Toledo, por estimar que no se puede sancionar lo que es legal.Este alcalde alilancista, de 32 años, se felicita del "cambio de actitud" mostrado "en coincidencia con la publicación del bando" por el titular de Sanidad, Jullán García Vargas, en favor de una penalización del consurno. "Daban la razón a la razón". Molina estima que la situación en Toledo era preocupante, donde cifra en unos 2.000 los drogadictos habituales, y en una decena los fallecidos por sobredosis o SIDA.
Una de las virtudes de su bando, explica, es que a los menores no se les sancionará, pero sí se alertara a sus familiares de que consumen drogas. El jefe de la Policía Municipal corrobora este aserto: "El joven que denunciamos por consumir heroína se puso a llorar al saber que se iban a enterar sus padres cuando llegara la multa. Si lloraba es porque le preocupaba que su padre se enterara. Eso es bueno".
"Es dificil pillarles"
El alcalde asegura que ya se ha empezado a notar un cierto descenso del consumo de droga en la calle. Fuentes del Ayuntamiento y de la propia policía municipal discrepan de este optimismo: "Es muy díficil cogerles en el preciso momento en que consumen droga o tiran la jeringuilla".Los afectados no parecen darse por aludidos. La mayoría de los jóvenes consultados en la calle Chapinería, uno de los lugares de la movida toledana y del consumo de droga, ni han oído hablar del bando. "¿Qué es un bando", pregunta alguno. O sueltan toda clase de improperios. "Es un lavado de cara", exclama Jany, dueña de uno de estos locales, que no permite fumar porros dentro para no tomar un "mal cartel", y acusa a los agentes de pasividad antes los traficantes que pululan por esta calle.
"¿A quién molesto?"
Raúl, mientras consume marihuana a plena luz del día recostado en un portal, corrobora el aserto: "A veces estoy fumando un porro y los polis vienen a molestarme a mí y dejan en paz a otros que se están chutando al lado. Que se metan con los de la droga que causa disturbios. Yo curro y sólo compro el hachish al que no está metido en otros temas. ¿A quién molesto?".A su amigo Javi el bando le parece inútil. "Al que se está metiendo en vena 25.000 pesetas cada día, ¿qué le importa pagar una multa de 15.000 pesetas de vez en cuando?". "Este bando lo ha hecho el alcalde para contentar al sector que representa la cultura ancestral de esta ciudad", añade. Los jóvenes reprochan que no se da apenas información ni ayuda a los toxicómanos.
El propietario de una tienda de damasquinos y bronces de una esquina de esta calle, que también desconocía el bando, parece querer corroborar lo de la "cultura ancestral" con su recio alegato: "Todo lo que sea poner trabas a la droga me parece bien. Ahora lo que tiene que hacer el Gobierno es cultivar droga y darla gratis a los toxicómanos. Así, se carga a los traficantes y, después los drogadictos, todos, acabaran muriéndose de sobredosis. Y se acabó el problema. Nadie puede prohibir que la gente se tire del tejado".
Un dependiente de la fábrica de mazapán Telesfóro, en plena plaza Zocodover, mientras envuelve unas marquesas, señala el único fallo que ve al bando: "Sería más eficaz si lo aplicara el Gobierno y los demás Ayuntamientos". De triunfar su tesis, la juventud toledana, a lo más, se dará un pico de mazapán. Y los porreros sólo podrán darle a la litrona, al cubata, al carajillo y al tabaco, que a tenor del bando, no son drogas.
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