El Partído Popular promete menos impuestos y acabar con ETA sin negociaciones

El Partido Popular (PP) afirma que el terrorismo "se ha burlado públicamente del Gobierno" y niega toda posibilidad de negociar con los terroristas, en el programa aprobado ayer por los 2.800 compromisarios que asisten al congreso de la refundación de AP. Ese mismo partido promete una reforma para "reducir el fuerte esfuerzo fiscal español y redistribuirlo mejor" así como poner la fiscalidad al servicio de la creación de puestos de trabajo con fórmulas que beneficien la inversión empresarial. " totalidad de las ponencias presentadas al pleno del congreso fueron aprobadas por amplias mayorías.

El proyecto económico fue defendido por Abel Matutes, vicepresidente del partido y comisario de la CE, que anoche hizo acto de presencia en el salón de sesiones por vez primera desde el comienzo del congreso. Todo el texto gira en torno a la idea de poner coto a la expansión del Estado y favorecer el desarrollo de la libre iniciativa individual.Los países de la OCDE, según esa ponencia, se encuentran inmersos en un proceso de rebaja o estabilización de sus tipos impositivos, preferentemente de los más altos en la escala de impuestos sobre la renta. Y asegura que en España "nos estamos moviendo a contracorriente". El Partido Popular se propone sustituir el actual IRPF por un impuesto de menores tramos, tipos y deducciones. Además se modificarán el impuesto sobre sucesiones y donaciones y el impuesto de sociedades, a fin de porerlo al servicio de la inversión, del crecimiento y del empleo.

La creación de puestos de trabajo debe conseguirse, fundamentalmente, a través de ayudas a la pequeña y mediana empresas. El Partido Popular se propone eliminar muchas de las regulaciones administrativas actuales, así como mentalizar a los jóvenes para que al término de sus estudios creen empresas, en lugar de buscar trabajo asalariado, y reducir la aportación empresarial a la Seguridad Social, considerando la actualmente vigente como "un impuesto sobre el empleo".

Otro proyecto del Partido Popular consiste en "rnejorar la flexibilidad de la empresa para reestructurar sus factores de producción", formulación que encierra toda una filosofía para oponerse a la rigidez, en materia de contratación. "La alternativa es clara", afirma la ponencia económica. "Si queremos seguir con la mitad de los jóvenes parados, eso ya sabemos cómo se logra: relaciones rígidas. Si queremos resolver ese problema el ejemplo de los que lo logran nos lo recuerda: flexibilidad".

Crisis de autoridad

Otra parte del programa asegura que la actuación del poder socialista en torno a la seguridad ciudadana supone una "crisis de autoridad", hasta el punto de que "desde que comienza la etapa de gobierno del PSOE, el aumento de la criminalidad en España ha sido alarmante y espectacular".

Ello se debe, según la ponencia de Justicia e Interior, a la acumulación de errores legislativos y a las renuncias en el poder ejecutivo, al que se acusa de haberse embarcado "en un proceso constante de capitulación frente al terrorismo, llegándose a la negociación con quien no tiene capacidad de negociar por carecer no solamente de personalidad representativa de alguien o de algo, sino de cualquier legitimidad moral".

"El terrorismo se ha burlado públicamente del Gobierno", es otro de los juicios del Partido Popular respecto a la etapa de gestión socialista. "No se trata de realizar una crítica a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, cuya abnegada entrega nadie pone en duda". La policía padece esa mala gestión socialista y se encuentra desorientada, "mientras la calle ha sido dejada por la autoridad al arbitrio de la delincuencia".

Alberto Ruiz Gallardón, que defendió esta ponencia, puso énfasis en la necesidad de devolver la independencia al poder judicial, y anunció que su partido se propone atribuir el control de la policía judicial al Consejo General del Poder Judicial, en detrimento del Ministerio del Interior.

Aliados mucho más fieles

Luis Guillermo Perinat, ponente de Defensa, aseguró que el Gobierno socialista ha sido un aliado incómodo para la Alianza Atlántica y en concreto para Estados Unidos, y afirmó que el Partido Popular, una vez en el poder, devolverá a España el rango de fiel aliado.

El programa aprobado en materia de Agricultura propone que se acorten los períodos transitorios para la integración en la CE, de forma que ésta se produzca en 1992 y no en 1996, como está ahora previsto. Ello permitiría aproximar los precios agrarios más rápidamente a los comunitarios. Antonio Navarro, portavoz de esta ponencia, afirmó que el Partido Popular puede recuperar "un millón de votos cautivos del PSOE en el campo", por medio de un plan para implantar industrias de transformación agraria, en las que se pueda dar trabajo a muchos de los jornaleros que hoy subsisten a través del empleo comunitario.

Francisco Álvarez Cascos, en fin, consiguió unanimidad con una ponencia sobre infraestructuras en la que se reclama la construcción de 3.800 nuevos kilómetros de autopistas.

El proyecto sobre Eduación defiende un modelo de libertad de enseñanza en el que cada familia pueda elegir lo que desee para sus hijos. "No a la educación monocolor", dijo el portavoz de esta ponencia, Enrique Fernández Miranda, para quien los gastos de educación deben desgravarse en la declaración del IRPF de cada año.