Una mano derecha que no juró

El comisario Francisco Álvarez, considerado la mano derecha del que fuera director de la Seguridad del Estado, Julián San Cristóbal, fue entrevistado en abril, de 1986 por la televisión pública francesa Antenne 2. En ese programa aparecía un supuesto policía español, cuya imagen fue camuflada, que afirmaba que los GAL fueron creados en una reunión de una "junta de seguridad" a la que asistió, entre otras personas, Francisco Álvarez, quien ideó además el nombre y las siglas de la organización terrorista.

En el programa, los periodistas franceses llegaron a pedir a Álvarez, que puesto que es católico, jurara que no tenía relación con los GAL. El comisario se negó a jurar y dijo: "Yo no tengo nada que ver". En dicha entrevista se encontraba presente San Cristóbal, entonces director de la Seguridad del Estado.

Cuando Julián San Cristobal accedió a finales de 1982 al puesto de gobernador civil de Vizcaya, tras el triunfo electoral del PSOE, el comisario Álvarez fue nombrado jefe superior de Policía de Bilbao y desde entonces se consideró al segundo como el hombre de confianza del primero. Así, en febrero de 1984, Álvarez fue promocionado a la jefatura del Gabinete de Información y Operaciones Especiales, organismo dependiente de la Dirección de la Seguridad del Estado, cargo que ya ocupaba como máximo responsable San Cristóbal. El 30 de octubre de 1986 fue destituido del Gabinete de Operaciones Especiales al asumir varios errores en la difusión de fotografias de algunos miembros del entonces comando España de ETA Militar. Desde entonces, el comisario se encuentra en excedencia.

'Guerra sucia' contra ETA

Francisco Álvarez, de 44 años, ingresó en la policía en agosto de 1966. Antes de ocupar la jefatura superior en Bilbao, fue el responsable de la Brigada de Policía Judicial de esa ciudad, y procedía de Barcelona, donde también se le relacionó con la guerra sucia contra ETA. Fuentes que investigan los GAL han relacionado al miembro de esta organización terrorista Ismael Miquel Gutiérrez, preso actualmente en Tailandia, con círculos policiales de Barcelona.En marzo de 1986, la Audiencia Provincial de Bilbao procesó al comisario Álvarez por presunta prevaricación, consistente en ocultar un atestailo policial por supuestos malos tratos a un detenido, durante su etapa de máximo responsable policial del País Vasco Según aquella resolución judicial, el atestado levantado por un agente policial, en el que denunciaba los supuestos malos tratos a un delincuente común, no fue remitido por Álvarez al juzgado de guardia, adonde sólo llegó varios meses después desde Madrid, tras enviarlo la inspección general de la policía a la Fiscalía General del Estado. Sobre este caso aún no se ha dictado sentencia.