Polémica en Estados Unidos sobre el destino de las basuras domésticas

Organizaciones ecologistas y diversos grupos sociales se han movilizado en Estados Unidos para proponer soluciones radicales ante la enorme acumulación de basuras domésticas, un problema durante mucho tiempo soslayado en el país del usar y tirar.

Estados Unidos produce 600 kilos de basuras sólidas por habitante y año, el doble que en Alemania Occidental o Japón, y apenas las trata. Los deshechos se descargan en inmensos vertederos, un tercio de los cuales estarán saturados en cinco años.

La Federación General de los Clubs de Mujeres ha pedido a sus miembros que boicoteen los embalajes plásticos, en su mayor parte no biodegradables, que con cerca del 10 por ciento del total de los desechos aparecen como el chivo expiatorio. En los condados de Suffolk (Maryland) o Berkeley (California) acaban de prohibirse muchos usos de los poliestirenos, lo que ha producido una reacción fulminante de la industria del sector, que ha recurrido ante los tribunales por lo que califica de "ataques inconstitucionales al comercio".

Otro condado, el de Montgomery (Maryland), discute la prohibición de todos los embalajes plásticos no degradables en cuatro meses, empezando por los productos alimenticios y continuando por todos los demás.