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Sepelio de dos víctimas del naufragio de Rio

Los cadáveres del industrial Celestino Mouzo y la ATS Esperanza Muiño, fallecidos en el naufragio del Bateau Mouche IV, ocurrido la pasada Nochevieja en Río de Janeiro, recibieron sepultura ayer en dos pueblos de La Coruña. Los restos de Celestino Mouzo Lema fueron trasladados desde Corcubión a la localidad de Berdeogas, próxima a Vimianzo, donde se celebró el sepelio. En el acto participaron centenares de personas.

En el cementerio de Ozón, en el municipio de Muxía, se celebró el sepelio de Espernza Muiño Suárez, de 27 años, ATS y sobrina del empresario Celestino Mouzo. El acto constituyó una sentida manifestación de duelo.

Celestino Mouzo Lema, de 57 años, era propietario de una compañía de helicópteros en Brasil, país al que emigró muy joven, y de un hotel en la localidad coruñesa de Corcubión, y su muerte se produjo cuando intentaba salvar a las víctimas del naufragio, valiéndose de su experiencia profesional como buceador, actividad que ejerció durante 25 años y que hubo de abandonar como consecuencia de ua dolencia cardiaca. La joven Esperanza Muiño se había trasladado a Brasil para pasar unas vacaciones con sus familiares residentes en aquel país.

El Bateau Mouche IV había sido alquilado por una cadena hotelera para realizar un crucero y su naufragio fue ocasionado por el mal estado de la mar aunque algunos expertos han apuntado que pudo ser por el exceso de pasaje.

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