Expedición científica a la estratosfera del Polo Norte para analizar la disminución de la capa de ozono
Laboratorios volantes cruzarán repetidamente los oscuros cielos invernales, a partir de esta semana, sobre el Polo Norte para investigar el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Tierra. La decisión de emprender esta expedición se tomó tras encontrar pruebas de que el ozono sobre la región norte del planeta disminuye cada año, posiblemente de forma similar al proceso que produce agujeros en la capa de ozono sobre el Polo Sur.
Dos aviones de la agencia espacial norteamericana NASA, un avión espía U-2 reformado y un DC-8 capaz de transportar hasta 25 científicos y sus instrumentos están preparados para iniciar la expedición desde la base de Stavanger, de la fuerza aérea noruega, en la costa sur de Noruega.La expedición norteamericana, realizada con colaboración noruega, está organizada por la NASA, la National Science Foundation y la agencia para la oceanografía y la meteorología NOAA.
Al mismo tiempo, científicos soviéticos emprenderán un estudio similar en Siberia, en la tierra de Franz Josef, un archipiélago soviético situado en el Ártico. El adelgazamiento de la capa de ozono sobre el Ártico puede significar que los productos químicos que se sospecha han causado los agujeros de la capa de ozono en la Antártida se encuentran más diseminados de lo que se creía hasta el momento.
"Ya hemos tomado algunas medidas, limitadas, que nos han hecho sospechar que se producen reacciones químicas fuera de lo normal", ha declarado Michael J. Kurylo, director adjunto del programa de investigación de la atmósfera superior de la NASA. Kurylo señala que la pasada primavera científicos de la universidad de Harvard y de la NOAA descubrieron signos de que estas reacciones químicas se están dando también en la estratosfera sobre el Ártico.
Escudo para los ultravioleta
El ozono es una forma molecular del oxígeno, sin el cual la Tierra sería inhabitable, ya que en la estratosfera bloquea los peligrosos rayos ultravioleta procedentes del Sol, que causan daño en los seres vivos y especialmente cáncer de piel en los humanos.El descubrimiento, en 1982, de agujeros que se forman periódicamente en a capa de ozono sobre la Antártida causó gran alarma entre los científicos. Estudios posteriores llevaron a la adopción, en septiembre de 1987, de un convenio internacional para evitar el deterioro de esta capa, que ha sido suscrito por 24 países.
Uno de los experimentos que se realizarán desde los aviones será la utilización de un espectrómetro para medir la forma en que la estratosfera del Ártico interfiere con la luz del Sol. Los gráficos de interferencia determinarán la presencia de los compuestos de cloro y otros gases. Un estudio similar será hecho con otro tipo de instrumento. También se utilizarán rayos láser para calcular la concentración del ozono existente por encima del avión cuando éste vuele a la altura inferior de la capa estratosférica (unos 1.200 metros). Desde el U-2 se tomarán muestras de aire a una altura superior.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.