El Gobierno explicará los objetivos de la presidencia en Estrasburgo antes que en las Cortes

El Gobierno español explicará antes los objetivos de su etapa al frente de la presidencia de la Comunidad Europea ante el Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo, que ante las Cortes españolas, donde no está prevista comparecencia alguna de responsables gubernamentales para estos fines. El titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, pronunciará un discurso el próximo día 16 ante el Parlamento Europeo en el que enumerará las aspiraciones con las que nuestro país se enfrenta, por primera vez en su historia, al reto de presidir la Comunidad.

El presidente del Gobierno español, Felipe González, cuya comparecencia ante el Congreso de los Diputados, para explicar -la cumbre europea de Rodas, fue vetada por la, oposición el pasado 7 de diciembre, acudirá a Estrasburgo a finales de mayo para realizar un resumen de lo que haya sido, hasta entonces, el mandato español.Ni González ni Fernández Ordóñez -que protagonizó una única reunión informativa ante la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, hace dos meses- tienen previsto acudir a ninguna sesión monográfica sobre la presidencia en las Cortes, algo que, por otra parte, ninguna voz de la oposición ha reclamado con insistencia.

Si se exceptúa una interpelación presentada por la Democracia Cristiana el pasado mes de junio, en la que se pedía al Gobierno que explicase sus objetivos para la presidencia de la Comunidad Europea, ningún grupo parece haberse preocupado excesivamente por conocer los planes del Ejecutivo para el semestre español. Incluso, cuando, a petición propia, Felipe González debía haber comparecido, el pasado 7 de diciembre, ante el pleno del Congreso de los Diputados para explicar, según su costumbre, el desarrollo del Consejo Europeo de la isla de Rodas, así como sus planes inmediatos en relación con la CE, fue vetado por el conjunto de la oposición, que exigía que antes hablase sobre la huelga general prevista para el pasado día 14.

Falta de documentos

Así, ni el Gobierno ha presentado en las cámaras legislativas documento alguno referente a la presidencia comunitaria -la doctrina oficial al respecto hay que buscarla en un discurso pronunciado el día 12 de diciembre por González en Bruselas, y, pocos días después, por Fernández Ordóñez en un seminario privado, en El Escorial-, ni la oposición parece haber elaborado tampoco contrapropuestas dignas de mención.

Si se exceptúa un largo documento del partido comunista, titulado Bases para un proyecto de izquierda para una Europa de progreso, no directamente vinculado a la etapa presidencial y destinado a ser debatido en la próxima Conferencia Nacional del partido, los días 21 y 22 de enero, apenas aparecen textos recientes en los grupos parlamentarios de oposición referidos a este tema. Por su parte, Alianza Popular presentará, en las mismas fechas, con motivo de su IX Congreso Nacional, una ponencia de Comunidades Europeas, elaborada por la manchista Isabel Ugalde, centrada más bien en cómo afrontar el reto de 1992 -entrada en vigor del mercado único- que en la etapa que ahora se abre.

El Centro Democrático y Social, que encabeza el ex presidente Adolfo Suárez, asegura estar elaborando un breve documento sobre este semestre, en cuya redacción participan los miembros del Comité de seguimiento de la presidencia, que encabezan el secretario general José Ramón Caso y el eurodiputado Eduardo Punset.

En cualquier caso, de las conversaciones mantenidas por este periódico con distintos responsables de partidos de la oposición se deduce que no existen objeciones graves a lo que se conoce de los planes gubernamentales para la presidencia de la CE. Un consenso de hecho, aunque tal vez no formalmente expresado, puede adivinarse en torno a un tema que todos admiten que es "de Estado".

Cuestiones no polémicas

Ni las propuestas que el Gobierno central hace a la Comisión Europea para el reparto de los fondos de ayuda al desarrollo, ni los postulados españoles sobre cooperación política -acción especialmente enfocada hacia Oriente Próximo y la consolidación del diálogo entre la Comunidad y America Latina-, para no hablar de cuestiones más técnicas como la homologación fiscal o la unión monetaria, parecen ser cuestiones polémicas para los restantes grupos parlamentarios.

Tampoco resulta a primera vista polémico el presupuesto para la etapa presidencial -unos 3.000 millones de pesetas incluyendo obras de infraestrutura- Todos parecen más preocupados por averiguar si Felipe González "se atrevería", en plena etapa presidencial, a disolver las cámaras legislativas y convocar nuevas elecciones, tal vez coincidiendo con las europeas, a mediados de junio.Por su parte, fuentes de la Moncloa señalaron que el calendario impuesto por la presidencia comunitaria no sólo a González, sino también a otros varios miembros de su equipo, es tan denso que "se hace difícilmente pensable" una convocatoria electoral en esta etapa, por más que González lo deseara.