La acústica de los nuevos auditorios de Valencia y Madrid será sometida a revisión
Las salas de conciertos sufren un proceso de adaptación hasta su perfeccionamiento
La sala de conciertos, dicen, es el mayor instrumento musical. Es el que hace sonar o no los demás instrumentos. El plan general de auditorios promovido por el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, del Ministerio de Cultura, lleva inaugurados dos de los 13 auditorios que cambiarán la infraestructura musical de España. El Palau de Valencia y el Auditorio Nacional de Madrid, ya en funcionamiento, han recibido algunas críticas a su acústica, que está siendo sometida a revisión. Se han encargado nuevos análisis de acústica de la sala de cámara del madrileño Auditorio Nacional.
Lo ideal es construir un auditorio para cada tipo de espectáculo desde la ópera hasta el concierto de cámara, pasando por todo tipo de orquestas. Sin embargo ésta es una idea demasiado ambiciosa que en pocas ocasiones se corresponde con la realidad.El proyecto del Auditorio Nacional ha contado desde sus primeros planos con la colaboración de Lothar Cremer, uno de los grandes expertos mundiales en acondicionamientos acústicos. Con él se realizaron pruebas con aparatos que analizaron la transmisión de vibraciones y ruidos como pueden ser el del metro, del tráfico rodado y el aéreo.
Hasta ahora, en España, el único arquitecto que ha construido auditorios con aplicación de conocimientos científicos de acústica es José María García de Paredes, quien inaugurará próximamente el de Murcia. Francisco Javier Sáenz de Oiza está concluyendo el de Santander, y están en en proyecto los de Sevilla, Cuenca y Santiago.
Críticas
Hace unos días, la directora titular de la Orquesta de la Villa de Madrid, Mercedes Padilla, criticó la acústica de la sala 2, la sala de cámara, del auditorio madrileño. Según ella, los músicos no se podían escuchar entre sí ni la podían escuchar a ella cuando daba alguna indicación.El subdirector de Música del Ministerio de Cultura, Juan Francisco Marco, considera normal que se someta a revisión la acústica de esta sala. "Se han encargado nuevos análisis de la acústica en la sala de cámara, pero eso es normal. No podemos pretender que un auditorio funcione perfectamente desde su inauguración. Es necesario un proceso de adaptación de todo desde la acústica hasta la gestión y la programación adecuada", declaró ayer.
El director de orquesta Antoni Ros-Marbà no ha actuado en la sala pequeña del Auditorio Nacional, pero sí ha ensayado allí en una oportunidad. "Ensayé allí una sinfonía de Mozart, pero, ya que es una sala para grupos pequeños y la orquesta era demasidado grande, no se puede uno hacer una idea exacta. Sin embargo, sí me pareció que la sala podría necesitar una revisión de la acústica. No es una sala fácil: el sonido es fiel, pero la respuesta es demasiado viva. Quizá no sea exceso de resonancia, pero creo que debería replantearse en profundidad la calidad del sonido de esta sala, que no ha conseguido la gran calidad de la sala principal del auditorio".
El director Jesús López Cobos, que hizo la primera prueba de acústica con público en la gran sala del Auditorio Nacional dirigiendo la orquesta y coros nacionales, considera que no hay acústica perfecta. "La acústica perfecta para todo tipo de música no existe en ninguna sala. No se puede esperar que una misma sala sea buena para música romántica y para solistas. En el Nacional, la sala grande tiene una acústica excelente. La pequeña tiene problemas con las orquestas, aunque está bastante bien para solistas o pequeños grupos. Esto puede rectificarse, quizá tenga cierta reverberación, pero eso se puede arreglar. Cuando se hace una sala nueva se calcula la reverberación por encima de lo normal, que es mejor que calcular por debajo".
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