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Alan García renuncia a la presidencia del APRA

El presidente peruano, Alan García, decidió en la madrugada de ayer, hora española, renunciar a la presidencia de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) para convertirse en un simple militante del partido gobernante, que inició su 16º congreso el viernes en Lima. Mientras García pronunciaba el discurso de apertura, fue interrumpido en varias ocasiones con silbidos y gritos de "APRA al poder", "Sólo los apristas" y "Fuera los amigos". Tras la dimisión de García, que rechazó las acusaciones de imponer un estilo personalista de Gobierno, subyace el descontento por una crisis económica y política que compromete las posibilidades del partido de conservar la presidencia en 1990.

El jefe de Estado peruano asegura en su carta de renuncia a los dirigentes del congreso que la consigna Sólo los apristas "ofende el sentido nacional y popular del partido, agravia a los peruanos y devuelve al sectarismo".García reafirma el carácter nacional y abierto del aprismo para afirmar que no cree ni aceptará que el APRA se presente "como si sólo tuvieran derecho a ser honestos, a compartir sus ideas [las del fundador del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre] y a ocupar los puestos públicos aquellos que militan en el partido y tienen un carné de afiliación".

El presidente peruano señaló las actitudes indignas de algunos funcionarios apristas y reitera su promesa de hace tres años de gobernar para todos los peruanos, haciendo un recuento numérico de los tres Gabinetes que han surgido en su mandato, conformados en su mayoría por apristas. García reconoció amargamente que ha pasado de ser "la persona indiscutida" que fue tras su victoria electoral a convertirse en un dirigente sobre el que se lanzan "todos los insultos".

Revolución y nacionalismo

[García afirmó que cuando finalice su mandato, en julio de 1990, seguirá trabajando "para defender el carácter revolucionario y nacionalista" del APRA, informa Efe.]

[Fuentes del APRA aseguraron a esta agencia su deseo de imponer la reinserción de Perú en el sistema financiero internacional, del que el país se distanció tras la decisión del presidente, en el año 1985, de declarar las hostilidades a los bancos acreedores y al Fondo Monetario Internacional al ne garse a pagar la deuda externa en las condiciones entonces vigentes.]

La decisión de García se presenta como una bomba en un congreso marcado por la desorganización, las impugnaciones y las protestas. A las íntenciones críticas y autocríticas de esta reunión han venido a unirse las protestas de las bases, sobre todo las de militantes de provincias, que exigen una mayor participación en las decisiones y en la Administración del Gobierno, rechazando el centralismo presidencial de Alan García y de su grupo de colaboradores más cercanos. No obstante, el congreso podría confirmar hoy nuevamente en el cargo de presidente a García.

Del congreso debe salir un nuevo consejo directivo nacional y el secretario general, que será con toda probabilidad el candidato para las presidenciales de 1990. El probable vencedor es el segundo vicepresidente de la República, Luis Alva Castro, antagonista de García. Se cree que Alva tiene asegurados los votos de un 50% de los delegados.

Pero no es sólo la conformación partidaria y el autocuestionamiento interno lo que preocupa al 16º congreso del APRA, sino una política de largo aliento, de unidad, de lucha contra la crisis y de corrección de rumbos políticos y económicos que frenen su grave deterioro actual para llegar a julio de 1990 con el mínimo desgaste posible. La propia popularidad de Alan García está ahora en claro declive, sobre todo por una cnsis económica aparentemente imparable.

Entre tanto, el conservador Frente Democrático (Fredemo) continúa sin alcanzar un consenso interno en sus definiciones electorales. El viernes por la noche (madrugada del sábado en España), uno de los viejos líderes derechistas, Luis Bedoya Reyes, en un mítin conmemorativo, volvió a lanzar la candidatura del conocido escritor Mario Vargas Llosa a la contienda presidencial de 1990. Estaban presentes el novelista y el líder indiscutible de la derecha peruana, así como el dos veces presidente y jefe máximo de los populistas, Fernando Belaúnde Terry.

Sin embargo, ayer, los secretarios enerales del Partido Popular Cristiano (PPC), Ricardo Amiel, y de Acción Popular (AP), Edmundo del Águila, han expresado que el lanzamiento del nombre de Mario Vargas Llosa no es aún definitivo, insistiendo en que el Fredemo es una alianza aún no concretada por completo y que no hay acuerdos formales electorales entre el PPC, la AP y el movimiento Libertad, que encabeza el escritor desde agosto del año pasado, como cabeza visible del rechazo conservador a la nacionalización del sistema financiero privado del país.

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