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RELIGIÓN

Protestantes y judíos negocian con el Estado convenios equiparables a los de los católicos

Francesc Valls

La Federación de Iglesias Evangélicas y representantes del Ministerio de Justicia comenzaron ayer la negociación del convenio jurídico y económico al que los protestantes -unas 250.000 personas- quieren llegar con el Estado español. La Federación de Entidades Judías, que agrupa a unas 12.000 personas, iniciará hoy las reuniones. Ambas confesiones pretenden acuerdos parecidos a los de la Iglesia católica.

En este sentido se expresó José Cardona, secretario ejecutivo de la federación protestante, quien manifestó a este diario que las iglesias que él representa quieren ventajas fiscales y acuerdos jurídicos similares a los de la confesión católica. La negociación de los convenios durará previsiblemente varios meses, y tanto protestantes como judíos han reiterado su rechazo a la fórmula de la asignación tributaria de que goza la Iglesia católica y que se conoce como impuesto religioso. Los proyectos constan de diversos apartados, pero los que se prevén de más diricil acuerdo son los relativos a temas económicos.En este terreno, manifestó Cardona, los protestantes piden un régimen fiscal propio y deducciones tributarias para aquellas personas que hagan donaciones. Entre las ventajas de orden económico a las que quieren acogerse, figura la de exención del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la construcción de nuevos templos, que en el caso de los católicos y según los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, es potestad del obispo en cuya diócesis se construya.

Protestantes y judíos quieren asimismo acogerse a las exenciones fiscales sobre transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, sucesiones, bienes de las personas jurídicas y lujo de que goza la Iglesia católica. Tanto Cardona como Samuel Toledano, secretario general de la Federación de Entidades Judías, han expresado a este diario su intención de lograr acuerdos similares a los suscritos con la Santa Sede.

Los judíos se muestran especialmente reacios a beneficiarse de la asignación tributaria, porque consideran contrario al artículo 16 de la Constitución la inclusión del impuesto religioso en la declaración de la renta, en la medida en que supone una declaración pública de creencia, según afirman. Esta confesión, que presentó al igual que los protestantes su proyecto a finales del año pasado, quieren que la exención fiscal se extienda a los artículos alimenticios que constituyen el kosher, o regimen de comidas que observan los judíos creyentes y que consideran objeto de culto.

En caso de prosperar las negociaciones, que los implicados reconocen largas, las propuestas deberían pasar los trámites parlamentarios propios de los proyectos de ley, ya que se acogen a la ley orgánica de Libertad Religiosa de 1980. Los contactos entre la Administración y las dos confesiones -que junto a la católica están administrativamente consideradas de notorio arraigo- se iniciaron en mayo del pasado año, un mes después de que se organizaran como federación los protestantes.

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