Los líderes sindicales no acudirán a una reunión con González si asiste también Cuevas
Los secretarios generales de UGT y CC OO no acudirán a la entrevista convocada ayer por el presidente del Gobierno para el día 22 porque entienden que plantea de nuevo que se discutan las "cuentas del Reino". Las dos centrales enviaron al jefe del Ejecutivo una propuesta de diálogo y las cinco reivindicaciones que consideran "previas e irrenunciables" y que han dado lugar al paro general. Las quieren tratar sólo con el Gobierno y sin la participación de la patronal, cuyo presidente, José María Cuevas, está citado también a la Moncloa y ha confirmado que irá "sin condiciones previas".
Ayer se produjo un inusitado cruce de cartas entre el presidente del Gobierno, Felipe González, y los máximos dirigentes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez. Los dos sindicalistas, tras la reunión que mantuvieron en la mañana de ayer junto con sus ejecutivas para analizar los resultados de la huelga general, enviaron al jefe del Ejecutivo dos cartas similares, en las que le proponen el inicio de un nuevo proceso negociador y exponen cinco reivindicaciones previas e irrenunciables", referidas a cuestiones planteadas en las mesas de concertación, cerradas sin acuerdo el pasado mes de octubre.Los dos sindicatos quieren tratar esas cuestiones sin la participación de la patronal CEOE, dado que se trata de problemas que afectan a pensionistas, funcionarios y parados y que han sido la causa fundamental de la huelga general del 14 de diciembre. Asimismo, se muestran plenamente dispuestos a mantener una reunión con Felipe González.
"Golpe al Gobierno"
Pocos minutos después de concluir la comparecencia de Redondo y Gutiérrez ante los medios informativos el Ministerio del Portavoz del Gobierno hacia público un comunicado en el que se afirma que "el presidente reconoce el éxito político de la huelga general, así como el duro golpe que ello supone para el Gobierno". En él se anunciaba que González "celebrará el próximo jueves la primera reunión de trabajo" con los máximos dirigentes de UGT y CC OO y el presidente de la patronal, José María Cuevas.
El presidente del Gobierno enviaba posteriormente sendas misivas a Redondo y Gutiérrez, muy escuetas y encabezadas con un "muy señor mío", en las que les invita a la reunión del día 22. González expresa su esperanza de "tener ocasión de hacer un primer análisis de las motivaciones de la huelga general del pasado día 14 en el contexto de la situación económica y social de España, así como sus consecuencias'.
Ello dió lugar a que el secretariado de Comisiones y la ejecutiva de UGT se reunieran por separado, pero en estrecho contacto telefónico. Los dos sindicatos entienden que se trata de un nuevo intento de analizar "las cuentas del Reino" entre el Gobierno, la patronal y las centrales, propuesta que vienen rechazando desde el mes de julio de 1987. La decisión que han tomado ambos sindicatos ha sido enviar al presidente del Gobierno dos nuevas cartas de idéntico contenido en las que le comunican que no quieren entrevistas tripartitas, ya que las cuestiones que quieren tratar sólo con el Gobienio no afectan a los empresarios privados.
Tanto la comunicación de Gutiérrez como la de Redondo indican que "en base al acuerdo contraído [entre UGT y CC OO] queremos manifestarle nuestra decisión de no discutir ni analizar el paro general y sus consecuencias con los empresarios". Asimismo le reiteran su voluntad de mantener con él una reunión para tratar sus reivindicaciones. "De no hacerlo así", añaden "se defraudarían las, expectativas abiertas para millones de trabajadores que esperan una respuesta positiva de su Gobierno".
En una conferencia de Prensa ofrecida ayer, Nicolás Redondo afirmó que el Ejecutivo "deberá tener muy en cuenta y no subestimar" el resultado de la huelga general. Asimismo dijo: "Tras el 14 de diciembre nada será igual". Redondo ha comprobado que "cuando hay acuerdo entre UGT y CC OO la convocatoria de un paro tiene una gran capacidad de seguimiento. Se produce la hegemonía sindical".
El dirigente ugetista coincide con Gutiérrez en que "el balón está ahora en el campo del Gobierno" y éste debe asumir ahora las reivindicaciones del movimiento sindical y dar una repuesta positiva a peticiones como la retirada del contrato de inserción para jóvenes.
Ninguna de las dos centrales va a pedir la dimisión de ningún ministro. Según dijo Gutiérrez, ello es algo que no corresponde hacer a los sindicatos. Cree, sin embargo, que si se produce un cambio de la política económica deberían cambiar algunos miembros del Gobierno. Redondo considera, por su parte que hay ministros "descalificados para la negociación".
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