Homenaje a los cineastas Manuel Octavio Gómez, León Hirszman y Rodolfo Kuhn
ÁNGEL FERNÁNDEZ-SANTOS ENVIADO ESPECIAL, Las primeras secciones paralelas del festival han comenzado, y entre ellas destacan las evocaciones, que abarcan la totalidad de las filmografías de los tres cineastas latinoamericanos, recientemente fallecidos: el cuano Manuel Octavio Gómez, el brasieño León Hirszman y el argentino Rodolfo Kuhn. Los tres pertenecen a la generación fundacional del movimiento del nuevo cine latinoamericano en los años sesenta.
La revisión actual de la obra de estos cineastas tiene, además de su valor intrínseco, el añadido de su coincidencia con los síntomas, cada año más evidentes, de un relevo tanto en hombres como en estilo de hacer cine.Manuel Octavio Gómez fue, junto con Julio García Espinosa, Tomás Gutiérrez Alea, Alfredo Guevara y otros, el creador, prácticamente desde la nada, del cine cubano posterior a la toma del poder, en 1959, por la guerrilla de Fidel Castro. De ahí que su obra arrancase de las raíces de la nueva etapa de la historia de Cuba, adquiriendo por ello un valor histórico y testimonial insustituible.
Destaca en esta primera etapa de su carrera un trabajo de cine documental que recorrió el mundo. Su Historia de una batalla forma parte de la iconografía de la historia reciente de Cuba. Sus trabajos como documentalista prosiguieron hasta el final de su vida, ocurrido en los primeros (tías de este año, poco después de finalizar el rodaje del largometraje Gallego, una coproducción con España en la que intervinieron los actores españoles Francisco Rabal y Sancho Gracia.
Nuevo cine
Su largometraje más conocido entre nosotros se remonta a [969, y es La primera carga del machete, que después de 20 años se ha convertido en uno de los títulos más conocidos del movimiento del nuevo cine latinoamericano.
León Hirszman nació en 1937 en Río de Janeiro. Ha muerto este cineasta cuando alcanzaba la madurez de su estilo, eminentemente político y con inclinaciones a un barroquismo que le aproxima a la obra de su maestro Glauber Rocha. Su última película, Imágenes del inconsciente, es una trilogía realizada entre 1986 y 1987, que pese a su corta existencia es considerada ya como una de las películas funda mentales del despertar del cine brasileño.
En los años anteriores a esta obra testamentaria Hirszman se prodigó poco y los títulos que le dieron fama hay que buscarlos en los anales del cine brasileño de la segunda mitad de la década de los años sesenta, como La chica de Ipanema, La difunta y Mayoría absoluta.
Por último, Rodolfo Kuhn era también un cineasta que se encontraba en plena madurez. Su primer filme, Los jóvenes viejos, se remonta a 1961, y con él y con su más famosa, película, Pajarito Gómez, obtuvo varios galardones en festivales internacionales, entre ellos el de Berlín, donde también volvió a participar con Noche terrible. Cuando la dictadura militar se apoderó de Argentina, Rodolfó Kuhn se exilió a Europa: primero a la República Federal de Alemania y más tarde a España. Realizó algunos trabajos para TVE, entre ellos Todo es ausencia, que participó en este festival en su edición de 1983. Ha muerto Kuhn hace unos meses, sin cruzar el umbral del que consideraba su proyecto fundamental como realizador y en el que trabajaba desde muchos años atrás, un guión sobre algunos aspectos de la conquista española en tierras argentinas, que ahora, en medio del resurgimiento de la producción en su país, era por primera vez industrialmente viable. Sin poder decir su última palabra en su oficio, estos cineastas ahora evocados en La Habana dan, mediante la posibilidad de contemplar el conjunto de su obra, una última lección a los jóvenes cineastas del relevo.
Babelia
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