La recuperación de Dalí es "muy difícil", según los médicos que le atienden

Los médicos que atienden a Salvador Dalí decidieron ayer tarde trasladar urgentemente al pintor desde el hospital de Figueres (Gerona) a la clínica Quirón de Barcelona, donde quedó ingresado a las 21.35y donde se le sometió a un reconocimiento. El parte médico emitido a medianoche indicaba una "insuficiencia cardiorrespiratoria aguda por infección y tromboembolismo pulmonar". Los médicos consideran "muy difícil" la recuperación del pintor.

En el momento de cerrar esta edición, medios allegados al pintor expresaron su profunda preocupación por las lesiones detectadas en el pulmón derecho de Dalí que, sin embargo, se encontraba "con unas enormes ganas de vivir".Tanto su enfermera María Dolores, como su secretaria María Teresa, que estuvieron en la habitación del pintor hasta cerca de la medianoche, afirmaron que éste había expresado su voluntad de ver hoy la televisión. En todo caso, el catedrático García Sanmiguel, médico de Dalí en los últimos años, afirmó al abogado Miguel Domenech que "hay alguna posibilidad de seguir adelante, por lo que seguiremos luchando". Un cardiólogo y un neumatólogo vigilan permanentemente al enfermo.

Dalí llegó a la clínica Quirón escoltado por motoristas de la policía municipal. Dado el gran tamaño de la unidad móvil, el vehículo tuvo que detenerse a la puerta y el pintor fue descendido en una camilla, intubado y con máscara de oxígeno, mientras un grupo de mossos d'esquadra apartaba a los numerosos informadores congregados.

"Le hemos bajado al ver que comenzaba a tener fiebre y para estar más tranquilos, no porque la situación sea alarmante", manifestó poco después el alcalde de Figueres, Marià Llorca, que señaló que Dalí "ha estado siempre consciente y llegó a Barcelona con mejor humor que cuando salió de Figueres". Una de las enfermeras que cuidan habitualmente a Dalí en Torre Galatea declaró a este diario que el artísta "sigue como estaba esta misma mañana. El traslado se ha realizado como medida preventiva".

Estacionario

El agravamiento de Dalí se produjo durante la tarde de ayer, pocas horas después de que el equipo de médicos de Figueres diera un pronóstico "reservado" mientras estaban a la espera de que en menos de 24 horas se inclinara la evolución en uno u otro sentido. "La palabra exacta para definir su estado actual es estacionario", dijo entonees Carles Ponsatí, director del Hospital de Figueres. El artista había ingresado el domingo tras sufrir una agravamiento de un proceso gripal que le afectaba desde hacía ya varios días. Una vez en el hospital, Dalí pidió que le instalaran un televisor en su habitación.

A pesar de la neumonía que le aquejaba, los médicos no consideraron necesario, en un primer momento, aplicarle una máscara de oxigenación artificial, técnica aplicada habitualmente en este tipo de dolencias. Dalí se hallaba sometido en Figueres a los habituales controles clínicos (análisis de sangre, entre otros, que cuesta bastante realizar en su caso) y a un tratamiento antibiótico intensivo a través del gota a gota. Las radiograflas del pulmón practicadas ayer no dejaron ver ninguna mejoría.

El artista innanifestó su deseo de que instalaran un aparato de televisión en su habitación, sin concretar por qué razón lo quería. Fue algo que extrañó a sus allegados puesto que es sabido que nunca antes ha permitido que hubiera un televisor en su cuarto de la Torre Galatea. "El muy pillo lo quiere para controlar la información que se da sobre su salud", manifestó uno de sus colaboradores.

A última hora de la mañana llegó al hospital de Figueres el fisioterapeuta que cuida diariamente a Dalí desde que fuera intervenido quirúrgicamente en Barcelona (1984) y reside en la Torre Galatea. Según Prat, también a él Salvador Dalí le ha "dado prisas", pidiéndole que "ja que es aquí aprofiti el temps i demani que em tornin aviat a casa" ("ya que está usted aquí aproveche el tiempo y dígales que me devuelvan pronto a casa").

Por todo ello, aunque el diagnóstico de los médicos que atienden al artista no era particularmente alentador, los colaboradores más próximos a Dalí se mostraron tranquilos respecto al inmediato desarrollo de los acontecimientos.