Peronistas y vagos
Me dirijo a usted a fin de aclarar algunos conceptos vertidos por el señor Sánchez Peña acerca del peronismo y sus adherentes.Vea que usted, señor Sánchez, afirma en su carta que "el peronismo fue nefasto para un pueblo dado a la buena vida, poco propenso al trabajo...", o nada será posible mientras ese pueblo siga pensando y ahorrando en dólar y trabajando en EE UU para luego vivir tomando mate panza arriba...". Indudablemente, estas afirmaciones revelan un escaso conocimiento de Argentina y su gente, o, por el contrario, usted miente. No pretendo convertirme en un predicador de las excelencias del pueblo argentino, pero considero que, al igual que los demás pueblos, posee defectos y virtudes, existiendo personas trabajadoras y otras que no lo son tanto.
Considerar que quienes votaban a Perón lo hacían para evitar el trabajo diario es desconocer las razones políticas de su acceso al poder, algo repetido en la historia de mi país. Simplemente fue el primer gobernante que, percibiendo la existencia de amplios sectores marginados de la población, prometió y brindó la posibilidad, por vez primera, de que tuvieran acceso a la vivienda, a la sanidad, a la educación masiva, etcétera; convirtiendo en leyes diversos proyectos del diputado socialista Palacios que dormían en el Parlamento desde hacía más de 40 años en algunos casos.
Y si en el año 1973 (probablemente, en 1989 también) el pueblo vuelve a votar peronismo, a pesar de la demagogia y las persecuciones políticas que le han caracterizado (en esto sí estoy de acuerdo), no es porque no le guste trabajar, sino porque los Gobiernos que le sucedieron (incluyendo el actual) han hecho todo tan mal que no han conseguido borrar el recuerdo de aquellos logros y de aquellas conquistas de la clase trabajadora.
Por último, señor Sánchez, le sugiero que experimente la sensación de tomar mate panza arriba, es muy relajante.-
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