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Felipe González elogia ante Karoly Grosz el proceso político húngaro

F. JÁUREGUI / H. TERTSCH El presidente del Gobierno, Felipe González, elogió ayer el proceso político húngaro: "Hungría está dando pruebas de apertura y voluntad de diálogo", dijo González en el curso de la cena ofrecida en la Moncloa en honor de¡ primer ministro y secretario general de¡ Partido Socialista Obrerode Hungría, Karoly Grosz. Éste centró ayer sus primeras conversaciones con Felipe González en el proceso de transición democrática de España. El máximo dirigente húngaro, líder del país pionero en la reforma liberalizadora del socialismo en el Este de Europa, llegó ayer a Madrid en visita oficial de dos días.

Grosz mostró gran interés por la reforma política y económica española, según fuentes diplomáticas. Hungría es el pnimer Estado socialista que se halla en el umbral del pluralismo político y su Gobierno ha emprendido una profunda reforma económica y la liquidación de la industria deficitaria. Sin embargo, su grave situación económica y las crecientes tensiones sociales causadas por la reforma, especialmente por la reconversión industrial, han hecho tornar la vista del Gobierno húngaro al proceso de reforma política española. En este sentido, González expresó ayer el "interés y esperanza" con el que "todos los que buscamos un mundo basado en la paz, la libertad y la cooperación" ven "la implantación de nuevas medidas democratizadoras y de una política exterior flexible" en Hungría. Agregó que los dos países tienen "grandes posibilidades de cooperación comercial, cultural, técnica, turística y deportiva".En la primera jornada de su estancia en Madrid, Grosz subrayó la firme voluntad de Hungría de abrir su mercado y su economía, y pidió la intervención española para la eliminación de las trabas a que se enfrenta su comercio con la Comunidad Europea, ante la presidencia española de la Comunidad. "Nos hemos comprometido irrevocablemente a acelerar y realizar el proceso de reforma socioeconómica y a superar las no pocas dificultades que esto entraña", dijo el mandatario húngaro, que el próximo día 24 dimitirá como primer ministro de su país, aunque permaneciendo como líder del partido. "Hungría", añadió, "se halla ante una fase de transformaciones políticas y económicas muy similares a las habidas en España".

"Las conversaciones han sido muy cordiales", manifestó el embajador plenipotenciario y portavoz del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH), Laszlo Major, que acompaña al primer ministro. "Grosz", añadió, "siente gran admiración por la radical reestructuración económica emprendida por este Gobierno. Especialmente en el terreno industrial, Hungría tiene que seguir un camino muy similar al de España".

El primer encuentro de González y Grosz, que ayer duró casi dos horas, consistió en una explicación por parte del presidente del Gobierno español sobre lo que ha sido la reconversión industrial y política en nuestro país, así como sobre las perspectivas de la exposición universal de Sevilla en 1992. La siguiente exposición universal, prevista para el año 1995, tendrá lugar simultáneamente en Viena y en Budapest.

Interés por el modelo económico español

El régimen húngaro ve en la modernización económica española una fórmula que en muchos aspectos es aplicable a sus propias estructuras. La inflación, un déficit difícil de cuantificar, una industria pesada obsoleta, un sistema bancario ante el reto de la reforma y el mercado internacional, una bolsa de valores incipiente, deficiencias de comerciafización y falta de eficiencia y competitividad son algunos de los graves problemas de la economía húngara para los que Grosz busca soluciones.Esas soluciones las busca en Occidente. "Hay muchos paralelismos entre la España de hace 10 años y la Hungría de hoy", decía ayer un observador húngaro en Madrid.

"Grosz quiere recabar información sobre la fórmula aplicada por el Gobierno español para frenar la inflación, incrementar el PIB y reducir el déficit presupuestario. Está recabando información sobre la gestión económica en general", agregó este observador.

Por otra parte, el primer ministro húngaro tiene especial interés por conocer las posibilidades de Hungría para tener el mayor nexo posible con el mercado único de la CE despues de 1992.

Durante la visita se firmará un acuerdo sobre garantía mutua de capitales. Grosz visitó ayer la sede central del Instituto Nacional de Industria (INI) y celebró un encuentro con miembros de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en el que expuso la firme decisión del Estado húngaro de profundizar en la liberalización económica, e invitó a las empresas españolas a una mayor cooperación y a la creación de sociedades mixtas. En la actualidad, sólo existen tres empresas mixtas hispano-húngaras, todas con sede en Barcelona.

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