La tercera revelación
La cantante Melissa Etheridge puede completar el trío de mujeres que han centrado la atención musical en este año, caracterizado por el regreso a intérpretescompositores con sencillez de planteamientos y el atractivo de sus canciones. Como Suzanne Vega y Tracy Chapman, Melissa Etheridge es norteamericana; también compone y canta sus vivencias, y una guitarra forma parte de su imagen. A la inocencia de Vega y la sensibilidad introvertida de Chapman, Etheridge aporta su extraversión escénica, una voz desgarrada y excelentes cualidades como guitarrista. Por esto no parece un producto artificial creado al amparo de una moda, sino algo con valor propio. Mientras tanto, junto a las noveles Vega, Chapman y Etheridgo, cantantes veteranas como Joni Mitchell y Joan Armtrading se mantienen en un segundo plano, con una música original y su fidelidad a una trayectoria como ejemplo para las nuevas generaciones.Vega, Chapman y Etheridge han impresionado con sus primeros y recientes discos, y a pesar de encontrarse en el comienzo de su carrera profesional, muestran una madurez espléndida. Las dosprimeras ya han alcanzado el éxito. Melissa va tras él, y posiblemente tendrá más dificultades para lograr este reconocimiento masivo. No es peor compositora ni cantante, pero sus temas carecen de ese impacto inmediato que tienen sus dos compatriotas El estilo lineal y la voz áspera, rota, de Melissa pueden complicar un acceso a la popularidad que precisa una imprescindible canción de éxito.
Melissa Etheridge
Melissa Etheridge (voz, guitarra), Kevin McCormick (bajo), Maricio Lewak (batería), John Shanks (guitarra, teclados). Rock Club. Madrid, 3 de noviembre.
La presentación de Melissa Etheridge en Madrid permitió al escaso público que acudió al concierto acercarse a una mujer interesante, enérgica y que defiende su música con una convicción indiscutible. Sus excelentes cualidades como instrumentista a la guitarra de 12 cuerdas le permiten dominar con seguridad el escenario, acompañada por tres músicos compenetrados que adornan con sencillez y potencia, las canciones.
Comparada por la dureza de su voz con Janis Joplin, Bonnie Raitt o Melanie, su personalidad permite olvidar referencias superficiales, y en Madrid demostró capacidad para desarrollar progresivamente un concierto, sobreponiéndose a los murmullos en las baladas y logrando, en un crescendo final, ganarse al público. Melissa Etheridge demostró una solidez de planteamientos poco habitual en los nuevos artistas y su capacidad para convertirse, si el público es capaz de aceptar propuestas más alejadas de la comercialidad al uso, en la tercera revelación.
Babelia
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