Limpiados los muros de la Embajada de EE UU en Irán
Apenas una operación de limpieza ha servido para desatar el rumor. En Teherán, una brigadilla municipal se ha tomado la molestia de repintar el muro que rodea el edificio de la que fuera Embajada de Estados Uni dos. Han desaparecido las llamativas pintadas antinorteamericana que hasta ahora recordaban la maldad del Gran Satán a los habitantes de la capital iraní.
Una nueva guerra de mentidos y desmentidos respecto a un eventual restablecimiento de relaciones entre Irán y Estados Unidos ha vuelto a estallar. El propio Departamento de Estado ha considerado oportuno hacer una declaración: "Tenemos informaciones fiables de que el muro exterior ha sido repintado recientemente", manifestaba el pasado martes un portavoz. "Sin embargo, no tenemos ninguna otra prueba de que el complejo haya sido renovado o esté vacío".Los datos proceden de los testimonios de viajeros iraníes, algunos de los cuales han asegurado, incluso, que los guardianes de la revolución habían abandonado el recinto de la Embajada y que se estaban llevando a cabo tareas de reforma. El hecho, considerado por fuentes diplomáticas como "un signo de buena voluntad", se suma a la última filtración a la Prensa de un intento de intercambio de armas por rehenes y la liberación, hace unas semanas en Beirut, de un ciudadano de origen indio y pasaporte norteamericano.
En cualquier caso, no parece que a los iraníes les haya gustado esa manera de ver las cosas. El obstáculo fundamental que está impidiendo cualquier intento de aproximación abierto entre ambos Estados es la existencia de nueve ciudadanos norteamericanos secuestrados en Líbano por grupos ideológica y económicamente sostenidos por el régimen islámico. De la resolución de este escollo dependerá el que prosperen las negociaciones secretas que en diversos puntos de Europa se llevan a cabo entre los dos Gobiernos con y sin mediadores.
Los signos externos de distensión van más allá. El rey Fahed de Arabia Saudí, aliado indiscutible de Washington, acaba de pedir a los medios de comunicación de su país que cese toda campaña contra Irán. "Hacemos este gesto de buena voluntad y esperamos ser tratados de la misma forma". Riad y Teherán rompieron relaciones el pasado 26 de abril, y desde entonces la Prensa saudí ha atacado sistemáticamente a Irán, al que acusaba de "inmiscuirse en los asuntos internos del reino y atenta contra su seguridad".
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