Huir de las imágenes

Con un tono intimista y personal, el pintor Antonio Saura contó su experiencia como "ilustrador del Quijote". Saura ha aportado su pincel a una reciente edición del Círculo de Lectores comentada por Martín de Riquer. El pintor explicó que cuando aceptó el reto de ilustrar el Quijote empezó por huir de las imágenes que tenía grabadas en su memoria de otros ilustradores, a los que, a excepción de Dalí, criticó como serviles costumbristas.Antonio Saura contó que sintió escalofríos cuando empezó a plantearse pintar a Don Quijote. Dijo que se esforzó en encontrar un equilibrio entre lo reconocible y el estilo libre, y que sólo pudo ponerse a pintar cuando la lectura del Quyote se había convertidor en nostalgia y el pintor había quedado libre para su interpretación.

El pintor español comparó "la proliferación de espejos" que encontró en su última lectura de la obra de Cervantes con la sensación de espacios que antes había hallado en Las meninas de Velázquez ("el cuadro dentro del cuadro, la novela dentro de la novela"). Saura manifestó que había decidido resolver los espacios de Don Quijote con el trazo de una sola línea que representase el horizonte, y aseguró que durante todo su trabajo procuró escapar de una interpretación caricaturesca de las figuras de Don Quijote y hasta de Sancho.