Castro y Pinochet
Con frecuencia alarmante sorprende la ceguera partidista de los hombres, en general, y de los políticos, en particular. Los que de alguna manera hemos aportado, en su lugar y en su momento, nuestro granito de arena para traer a nuestra España la democracia, siempre teníamos un componente internacional solidario para desear lo mismo a los demás: a la Grecia de los coroneles, el Portugal de Oliveira Salazar, la Argentina de Videla, el Chile de Pinochet... y la Cuba de Castro. Todos, señor director. Los presos políticos de Castro son iguales a los de Stroessner (¿los contamos?). ¿Por qué nosotros, y nuestros políticos, flamantes demócratas, no pedimos lo mismo para Pinochet y para Castro?-
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