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Un escándalo financiero lesiona en Japón el prestigio del gobernante partido liberal

El primer ministro de Japón, Noboru Takeshita, afirmó ayer que comprende el silencio de Hiromasa Ezoe, protagonista de un escándalo político financiero que puede implicar a personalidades políticas del Gobierno. Los partidos de la oposición exigen que se haga la luz en un asunto que amenaza con afectar el prestigio del Partido Liberal Democrático (PLD), en el poder desde 1955.Todo empezó hace unos tres meses, cuando el diario liberal Asahi Shimbun reveló la existencia de una investigación policial sobre supuesta corrupción política en la administración local de Kawasaki, 30 kilómetros al sur de Tokio. Antes de que salieran a emisión pública se vendieron en diciembre de 1984 acciones a 1.200 yenes, que en octubre de 1986, cuando salieron al mercado, se cotizaron a 5.275 yenes.

La ley no penaliza el uso de información confidencial en la bolsa. El problema surgió al anunciarse que entre los 76 beneficiarios de esa operación a puerta cerrada figuraban los secretarios de políticos tan importantes como el propio primer ministro, Noboru Takeshita; el ex primer ministro Yasuhiro Nakasone; el ministro de Finanzas, Kiichi Miyazawa, y el secretario general del PLD y ex ministro de Asuntos Exteriores, Shintaro Abe. También destacó el nombre del director del principal diario financiero japonés, el Nihon Keizai Shimbun, que presentó inmediatamente su dimisión. "Se trata de un asunto privado", se limitó a argumentar Takeshita cuando estalló el escándalo.

Los partidos de la oposición -socialistas y comunistas en particular-, así como el Komeito (partido budista), solicitaron una investigación a fondo del poder cuando se iba a debatir la reforma fiscal.

La aparición hace unas semanas en la televisión de un vídeo en el que figuraba un directivo de la empresa implicada, Recruit, intentando sobornar a un diputado del PLD a cambio de frenar la investigación, fue la gota que desbordó el vaso. Finalmente, el Gobierno solicitó la comparación del presidente de Recruit, Hiromasa Ezoe, ante el comité de investigación creado en la Cámara de Representantes. Ezoe, que sufre cansancio crónico, alegó que su estado de salud no le permitía acudir. Finalmente, el miércoles, un grupo de parlamentarios acudió a interrogar en el hospital a Ezoe, quien anunció: "Antes de revelar ningún nombre me quitaría la vida".

Según un documento difundido por el Partido Comunista de Japón (PCJ), el actual viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Kiichi Miyazawa, compró acciones de Recruit, hecho que fue posteriormente desmentido por el político.

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