Capital de la información
Quienes conocen Francfort, saben que el verdadero capital que circula por las instalaciones de la feria es el de la información. Si esta exposición anual del libro puede ser calificada de mercado, debe entenderse en este último sentido. Ello explica que países sin poder adquisitivo en el sector y muy limitados para cualquier clase de intercambio hagan de su paso por la ciudad alemana casi una cuestión de principio.Los editores saben que su objetivo en Francfort es tener los oídos bien abiertos. Muchos opinan que la compra y venta de derechos, allí mismo, es sólo un mito. La mayor parte de los contratos han sido cerrados previamente a través de los agentes literarios establecidos en cada país o bien le cerrarán mucho más tarde, después de largos estudios sobre las posibilidades de un autor o de una obra. Respuestas o conclusiones hay pocas, pero los indicios, los rumores y los proyectos se servirán en cantidad nada desdeñable. "Algo está pasando" es la frase que se escuchará regularmente en las casetas, las tertulias nocturnas o las comidas de negocios. Este ambiente de inquietud, que se refleja en la sensación de estar siempre perdiéndose algo, reinará como todos los años entre los visitantes.
Todas estas razones son las que provocan que las editoriales no lleven diseñada una estrategia especial en lo referente al comercio. Los beneficios se medirán por la cantidad de contactos establecidos y de datos útiles. Aun así, los editores llevarán sus carpetas preparadas, aunque sólo sea para organizar un futuro intercambio.
La actitud respecto de los editores españoles es que, cuando ello suceda, comprarán mucho y venderán poco. Las posibilidades de venta en el capítulo del ensayo autóctono serán mínimas, y pocos confían en ellas. Mejor perspectiva se le presenta a la creación literaria, cuyo camino a Europa parece abrirse más cada año sin llegar ni mucho menos a la explosión. En este terreno, tienen mucho que decir los agentes literarios, gremio en pleno crecimiento, dispuestos a abrirse paso en los difíciles mercados occidentales. Una pequeña encuesta parece indicar que es con nuestros vecinos más próximos con quienes mantenemos relaciones más equilibradas. En particular, Francia e Italia. Y con los más lejanos mantenemos un intercambio del todo desigual.
No obstante, muchos presumen que las grandes noticias de este Francfort 88 serán económicas. Fusiones de grandes grupos y creación de potentes holdings de la comunicación harán palidecer la novedad de la obra de Eco o la esperada llegada de los autores soviéticos de la transparencia.
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