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Hermetismo policial en tomo al militante socialista vizcaino desaparecido

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El Gobierno Civil y la policía de Vizcaya mantuvieron ayer un completo hermetismo acerca de las investigaciones que mantiene sobre la desparición del militante socialista Francisco Herrera, presuntamente secuestrado el lunes pasado. La policía carece de pistas sólidas e intenta descubrir la identidad del comunicante anónimo que dijo a la Policía Municipal de Baracaldo (Vizcaya) que había presenciado el secuestro.La preocupación en el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) y la sospecha de que pueda tratarse de una acción terrorista de ETA Militar aumentan a medida que transcurren las horas, aunque los dirigentes socialistas insisten en no descartar ninguna posibilidad. El elemento más consistente con que cuenta la policía es el automóvil de Herrera. Las huellas encontradas en el vehículo están siendo minuciosamente examinadas. Ayer por la tarde, no se había informado aún del resultado de estos análisis.

El testimonio de un agente del Cuerpo Nacional de Policía, que declaró haber visto el lunes el coche de Herrera en Baracaldo, es considerado dudoso y poco fiable, según un portavoz del Gobierno Civil de Vizcaya. El agente se fijó en el automóvil y al tener noticia del presunto secuestro, creyó reconocer entre sus ocupantes a Carmen Guisasola, acusada de pertenecer a ETA.

[Por su parte, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, afirmó ayer que el Gobierno está a la espera de que algún grupo reivindique el posible secuestro. "Estamos en una situación de verificar y no especular y en esa línea van las investigaciones o que alguien diga el porqué de esta acción, aunque no oculto que este asunto nos preocupa seriamente", dijo Corcuera en los pasillos del Congreso].

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