El Polisario pide que Rabat tenga sólo 7.000 soldados en el Sáhara durante el referéndum

El número dos y responsable de relaciones exteriores del Frente Polisario, Bachir Mustafá Sayed, afirmó ayer en París que Marruecos no debía mantener más de 7.000 hombres acantonados en el Sáhara occidental durante la celebración del referéndum de autodeterminación. Esta fuerza, considerada de carácter simbólico, es equivalente a la que los propios marroquíes exigían para la celebración del referéndum, cuando el Sáhara se hallaba todavía en manos españolas.Sayed celebró una conferencia de prensa en la capital francesa para explicar el estado actual del proceso de paz en el Sahara occidental. Le acompañaba Mohamed Sidati, hasta el domingo representante del Polisano para Europa, y a partir de ahora nuevo ministro de Asuntos Exteriores, surgido de una reinodelación destinada a reforzar la acción de la diplomacia polisaria.

Sayed insistió en la necesidad de negociaciones directas entre Marruecos y el Polisario, e hizo un llamamiento para que España asuma sus responsabilidades históricas, ayudando al proceso de paz en el Sáhara. "Quisiéramos que España realizara una contribución no únicamente técnica al referéndurn", aseguró. Según dijo, España podría intervenir durante el próximo viaje del rey Hassan II a Madrid, para que se produzcan los contactos directos entre las dos partes en conflicto. Las negociaciones directas son, según Sayed, la condición necesaria para la entrada en una nueva fase, en la que se discutirán las condiciones técnicas de celebración de la consulta.

El Polisario cree que existe un acuerdo previo sobre algunos aspectos, como son el censo electoral, surgido de la evolución demográfica del realizado por España, y la pregunta (¿Quiere usted la independencia o la integración en Marruecos?).

Según Sayed, marroquíes y saharauis deben ponerse de acuerdo sobre la administración provisional del territorio, la retirada de tropas, el acantonamiento de los colonos marroquíes asentados desde el inicio del conflicto, el marco legal provisional y la campaña electoral, además de las negociaciones directas que Hassan II ha rechazado hasta ahora.