Ya tenemos bandas
Tete Montoliú cerró el miércoles una larga semana que la ciudad de Oviedo dedicó, en sus fiestas de San Mateo, al jazz español. A lo largo de siete días, cuatro formaciones asturianas y siete de implantación nacional e internacional ocuparon el escenario de la plaza El Fontán, presentando un auténtico "estado de la cuestión" del jazz español. El programa, de libre elección de los organizadores, se planteó con criterios que parecen atinados tanto en las opciones como en un cierto reparto geográfico de los grupos convocados.Las excepciones fueron las ausencias de grupos del País Vasco -Pork Pie Hat, La Noche o Infusión, entre otros- y del Lou Benett Trío con Abdu Salim. También estuvieron ausentes Pedro Iturralde, quien participó en el último Festival Internacional de la misma ciudad, y VIady Bas, de actuación reciente en el de San Sebastián. Entre Deborah Carter y Tete Montoliú, de Baleares y Cataluña, grupos de Andalucía, Valencia, Galicia, Madrid y Asturias. Todas las sesiones fueron a plaza llena.
El panorama del jazz español se ha visto manifiestamente enriquecido en los últimos años. Son muchas las bandas, hay algunas figuras internacionales, pero todavía nos encontramos en un punto en el que, en la mayoría de los casos, es más fácil hablar de la mejoría con respecto a sí mismos, que situarlos en el rasero del jazz internacional. Nos faltan muchos músicos y mucha música para estar en un suelo suficientemente firme.
Deborah Carter fue la primera sorpresa del festival, no sólo por sus condiciones de vocalista, sino también por la distinción de la banda, de base balear que la acompañaba. Volverán a muchos escenarios.
Costa oeste
La segunda Velada estuvo dedicada a nuestra costa oeste, con el grupo gallego Clunia, uno de los más valiosos de la escena española. Han grabado tres discos, con música propia, de la que es principal responsable su pianista Nani García.Dos bandas con el guitarrista como líder fueron las de Tito Alcedo y Carlos Gonzalbez. Alcedo está entre Django Reinhardt y el Sur, pudo ser víctima del sonido, y cuenta en sus filas con un músico, el pianista Chano Domínguez, al que se desea escuchar en su propio terreno. Carlos Gonzalbez sigue estimulando su competencia y la presencia del saxo Perico Sambeat define hoy el sonido de su grupo.
OCQ y Jorge Pardo fueron las dos bandas madrileflas, de distinto signo, convocadas. OCQ cumple su papel de vanguardia madrileña mientras maduran. Jorge Pardo vino con su propia formación y su propia música, lo que a muchos no nos parece lo mejor de cuanto hace.
Entre los grupos asturianos, los interesantes y capaces Trajes de 20$, el buen guitarrista Juan Arenales, huérfano de banda, la interesante modernidad de Feltrinelli y Da Capo, y el trabajo, tan ajustable, de Festival Jazz Combo.
Cerré Tete Montoliú, con Horacio Fumero y Peer Wyboris, como epílogo internacional. Vaya si aquéllo era jazz.
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