El obispo Casaldáliga afirma que el documento que le impone silencio no es válido
Pedro Casaldáliga, obispo catalán de la diócesis brasileña de Sáo Félix, declaró ayer a este diario que "carece de validez" el documento que le entregó la Nunciatura Apostólica en Brasil, según el cual el Vaticano le imponía silencio. El texto no está firmado por ninguna de las instancias romanas ante quienes compareció el pasado mes de junio.
Algunos obispos brasileños han iniciado una campaña de solidaridad con el prelado catalán, y mañana, lunes, será la propia Conferencia Episcopal la que aborde el tema.El obispo de Sáo Félix, que fue localizado ayer por este diario en la ciudad de Goiás, dijo: "El pasado 22 de septiembre, la cadena O Globo, de Río de Janeiro y Brasilia, me llamó por teléfono y dijo que había recibido un télex de Roma según el cual el Vaticano me había impuesto silencio, no podía hablar en público, viajar ni publicar".
"Hace una semana", añadió Casaldáliga, "recibí de la Nunciatura en Brasilia y en unos folios con su membrete un documento titulado Intimación. Ese texto venía, al parecer, de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la de los Obispos, pero no llevaba ni firma ni sello de nadie, aunque retomaba puntos de lo que hablamos a finales de junio con Joseph Ratzinger, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y con Bernardin Gantín, de- la de los Obispos", con motivo de la visita ad limina. Esos temas, según Casaldáliga, son: la teología de la liberación, sus críticas algunos procedimientos de la curia vaticana, su visita a Nicaragua y algunos folletos de catequesis distribuidos en su diócesis.
"El documento pedía mi firma, pero yo no lo firmé, porque ello suponía aceptar ciertas restricciones", agregó. "Precisamente, monseñor Tomás Balduino, obispo de Goiás, con quien me encuentro estos días, telefoneó a la nunciatura para pedir aclaraciones: le contestó monseñor Florentino, número dos de la embajada, quien, le dijo que el nuncio estaba ausente, y él, como sustituto, estaba bajo secreto".
Viaje a Roma
El obispo manifestó que toda esta información figura en un comunicado que él ha dado a la publicidad en Brasil, y no quiso hacer más comentarios hasta que el caso se aclare. Sin embargo, los puntos a los que alude la comunicación de la nunciatura son los mismos sobre los que el cardenal Ratzinger dijo en junio que pediría explicaciones a Casaldáliga en unos meses. El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños, el jesuita Lucíano Mendes de Almeida, viajará próximamente a Ronia para tratar este asunto con la curia.Algunos prelados progresistas han redactado una carta de apoyo al obispo de Sáo Félix, en la que expresan su solidaridad. En medios eclesiásticos brasileños sorprende que precisamente un documento del que debería haber copia sólo en Roma haya podido filtrarse a una cadena informativa. Tampoco falta quien ve en este procedimiento algunas semejanzas con el intento de condena del padre de la teología dé, la liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez. En aquella ocasión, hace varios años, el cardenal Ratzinger intentó que fuera la propia Iglesia de Perú la que sancionara a Gutiérrez.
