Brossa, Alberti y Paz reciben en París el homenaje de Poetas sin Fronteras

Los poetas Joan Brossa, Rafael Alberti y Octavio Paz recibieron ayer en París el homenaje de la asociación Poetas sin Fronteras, en la apertura de su II Festival Internacional de Poesía, dedicado este año, en palabras del director del festival, Jean-Clarence Lambert, "al diálogo entre los poetas franceses y francófonos y los poetas del mundo hispánico: España en la diversidad de sus lenguas -castellano, catalán, gallego, vasco- y América Latina".

Sólo Brossa pudo recoger la medalla que lleva el nombre de Picasso y que fue diseñada por Joan Miró, de manos del director general de la Unesco, el bioquímico español, y también poeta, Federico Mayor Zaragoza. El poeta catalán, cuyos poemas visuales están expuestos en el vestíbulo de la Unesco, terminó su intervención diciendo "Vive Miró, visca Catalunya". Alberti y Paz mandaron sendos mensajes de agradecimiento.El festival, organizado bajo el lema de "El fuego de la palabra" reúne a 40 poetas que ofrecerán durante cuatro días una muestra de sus composiciones, en francés, castellano, catalán, vasco, gallego e incluso lengua nahuatl del Méjico precolombino, con acompañamiento musical. Los poetas sin fronteras han querido homenajear también a dos poetas desaparecidos, Jean Cassoti y Roger Caillois, que han sido, en palabras de Lambert, los grandes puentes de la poesía entre la hispanidad y Francia". Una muestra de fotografías y de primeras ediciones de sus libros se expone en la Unesco y sendos montajes de sus textos serán recitados y escenificados durante el festival.

También participan en el Festival el pintor Antonio Saura, que ha pintado el cartel, el grupo de decorados e instalaciones "Image-Magie" y el Trío de Barcelona, formado por el pianista Albert González Attenelle, el violanista Gerard Claret y el violoncelista Lluis Claret, que ofrecerán un concierto de clausura con obras de Salvador Brotons, Joaquín Turina y Maurice Ravel. La Fundación Nósis y la Unesco han editado asimismo una antología de los poetas participantes, que se abre con un poema inédito de Alberti, escrito en su último viaje a París.

El interés de la Unesco

Federico Mayor, en sus palabras de apertura del festival, primero en francés, luego en castellano y finalmente en catalán dirigidas a Joan Brossa, subrayó el interés de la Unesco en que "poetas que vienen de distintos países, de horizontes distintos, de culturas distintas" se reúnan en su sede. "El tercer milenio necesitará a todos los pueblos y a todas las civilizaciones para asegurar la perenidad de nuestro planeta", añadió. Más tarde cometió un error, que tuvo que corregir sobre la marcha, al asegurar que se "honora a tres poetas vivos de lengua española, Rafael Alberti, Octavio Paz y Juan (sic) Brossa". "En catalán -añadió posteriormente- quiero dirigirme a Joan Brossa, en la lengua que nosotros compartimos, para decirle hasta que punto me place que uno de los grandes creadores de mi tierra sea hoy motivo de este homenaje". Mayor calificó también a Brossa de "gigante de la poesía".El poeta, que no ocultaba su emoción, afirmó que "estaba muy contento, porque Miró fue un amigo y soy un gran admirador de Picasso, y sobre todo porque los escritores catalanes hemos luchado por la existencia y la presencia y ésta es una ocasión para poner de manifiesto la presencia de la cultura catalana, que tanto lo necesita". Brossa, que, según gusta recordar, no ha recibido ninguna ayuda ni medalla de la Generalitat de Catalunya, aseguró que "el abono de las medallas es la mierda", pero añadió que en este caso no era as. "Esta medalla significa el reconocimiento internacional de la cultura catalana no oficial", dijo. "Carner y los novecentistas están muy bien, pero hay otras cosas, la experimentación, el inconformismo", añadió.

El homenaje de los "Poetas sin fronteras" a Brossa se produce en un momento de reconocimiento internacional de este poeta, que expone en Munich una antológica de sus poenas visuales y prepara para el año próxima una importante participación en una gran antológica de poesía visual en la Fundación Guggenheim de Nueva York. En París, la participación de Brossa se cifra en la muestra de poemas visuales y en un montaje en homenaje al transformista Fré goli, una de las figuras preferidas de este artista.