Alud de solicitudes en Amnistía Internacional

El concierto celebrado el pasado viernes en Barcelona para conmemorar el 40º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el que actuaron Youssou N'Dour, El último de la Fila, Sting, Peter Gabriel, Tracy Chapman y Bruce Springsteen, fue el más rentable de la gira realizada bajo el lema ¡Derechos humanos, ya! Las 90.000 personas asistentes al Camp Nou dejaron en taquilla unos ingresos brutos de 360 millones de pesetas, récord de los conciertos celebrados hasta ahora, y la sección española de Amnistía Internacional confía en incorporar 10.000 nuevos socios a la organización.

"Ha sido el concierto más rentable de los realizados hasta ahora", declaró al término del mismo John G. Healey, presidente de Concerts for the Human Rights -eritidad no lucrativa creada para organizar la gira- y director de la oficina de Amnistía Internacional en Estados Unidos. Las 90.000 personas que llenaron el Camp Nou dejaron en taquilla unos ingresos brutos; de 360 millones de pesetas, cantidad muy superior a la recaudada en las ciudades europeas que también han acogido la gira. Londres (65.000 personas), París (70.000), Turín (60.000) y Budapest (60.000) quedaron lejos de la acogida dispensada por el público español en Barcelona. "A pesar del éxito de la gira en Europa", declaró ayer a este periódico César Díaz, coordinador de información de la sección española de Amnistía Internacional, "la organización está planteándose la realización de otro para recaudar fondos en San Francisco (Estados Unidos), porque los gastos se están disparando".Al margen de los problemas financieros, la sección española de Amnistía Internacional ha valorado positivamente el resultado del concierto de Barcelona. "Desde hace una semana", afirma César Díaz, "estamos recibiendo más de 1.000 llamadas y cartas diarias en la sede de Amnistía reclamando información para inscribirse en la organización. Durante el concierto conseguimos 12.000 firmas de apoyo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, y los resultados de las palabras de Bruce Springsteen durante su actuación: '¡Afiliaos a Amnistía Internacional!', no se han hecho esperar".

Carmen Soto, presidenta del comité ejecutivo de la sección española de Amnistía Internacional, declaró ayer a EL PAÍS: "Los resultados han sido fabulosos. La gente me pregunta en la calle cómo puede colaborar con Amnistía. Los artistas participantes estaban entusiasmados. Sin protagonismos y formando una piña, afirmaron que fue el mejor concierto de la gira hasta el momento. Toda España nos ha ofrecido su apoyo, y queremos expresar nuestro agradecimiento, así como pedir disculpas por los fallos que se hayan producido. Todavía es pronto para hacer una valoración exacta de los resultados, pero estamos muy satisfechos".

"El problema que se nos presenta ahora -dice César Díaz- es cómo lograr la integración en Amnistía Internacional de las personas que han mostrado su interés en incorporarse a la organización, porque estamos desbordados". En España, a 31 de de diciembre de 1987, el número de afiliados a Amnistía Internacional se elevaba a 4.300 socios, que pagaban 4.000 pesetas anuales. "En este momento", continúa César Díaz, "podemos superar los 5.000, y tras el concierto de Barcelona confío en que se afiliarán 10.000 personas más".

No todo fue positivo en Barcelona. Según César Díaz, "estamos descontentos con DPM", empresa española promotora del concierto, "contratada por Concerts for the Human Rights, cuyo responsable técnico es Bill Graham. Aunque el desarrollo del espectáculo fue correcto, hubo fallos de organización y, miembros españoles de Amnistía Internacional tuvieron que enfrentarse a integrantes del servicio de seguridad, para evitar la violencia contra espectadores dispuestos a ocupar zonas que no les correspondían. Hubiera sido imperdonable en un concierto de estas características".