"No se trata de una gira de caridad", afirma John Healey
"Esta no es una gira de caridad, sino una plataforma para hablar de la justicia", fueron las palabras de John G. Healey, presidente de la fundación Concerts for Human Rights (Conciertos Pro Derechos Humanos), organizadora de estos recitales, y director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, que abrieron la tumultuosa conferencia de prensa antes de que cada uno de los artistas participantes tomara su turno de palabra.Al igual que el resto de participantes, Healey centró todas sus declaraciones en el aspecto social del acto y rehuyó cualquier juicio musical o artístico. "Más de un millón de personas presenciarán estos recitales en directo y más de 1.000 millones los verán por televisión o los seguirán por radio. Nuestro lema es justicia para todos en este mundo, y esa es la conclusión a la que deben llegar".
Healey prosiguió recordando el 40º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. "La Declaración Universal de los Derechos Humanos no es sólo un papel ni un simple documento jurídico, sino el sueño justificado de justicia y libertad de cada ser humano. Nuestro mundo ha sufrido mucho, a muchos dictadores, demasiada hambre, excesivas desapariciones... La Declaración Universal de los Derechos Humanos trata de ese tipo de problemas en el mundo y afirma que ninguno de ellos debería existir. Nuestro objetivo principal es que las promesas gubernamentales se transformen en garantías y que los Gobiernos pongan en práctica el documento que han ratificado, que lo fijen como uno de sus objetivos, como hicieron hace 40 años".
Aniversario
La gira Human rights, now! (¡Derechos humanos, ya!) fue organizada, coincidiendo con el 40º aniversario de la declaración, para llevar este mensaje al máximo número posible de países; de no añadirse nuevos recitales, la gira visitará en total 12 países. "Desearíamos que esta gira fuese como un periódico mágico que puedan leer los que saben hacerlo y los analfabetos, y la música es la única que puede conseguirlo".
Healey cedió la palabra a Franca Sciuto, presidenta de Amnistía Internacional, que, en un más que correcto castellano, reincidió en la idea de que esta serie de actos no es sólo una gira de recitales, "sino una campaña surgída en 27 años de trabajo por las víctimas de las violaciones de los derechos humanos".
"El año 1988 no ha sido bueno para los derechos del hombre", prosiguió la presidenta de Amnistía Internacional. "En 85 países existen presos de conciencia, en 60 se tortura y en 126 persiste la pena de muerte. Estas violaciones ocurren en todos los sistemas políticos. El conocimiento de los derechos humanos es el primer paso para su protección; pero no podemos Iimitarnos a mirar y esperar, debemos actuar".
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