El Louvre dispone de un acelerador de partículas para analizar el arte

El Museo del Louvre de París dispone de un instrumento refinado para ayudar a determinar la autenticidad de las obras de arte: un acelerador de protones (partículas elementales). Instalado en el subsuelo del Gran Louvre -conjunto arquitectónico que acoge principalmente al museo parisiense-, y situado 12 metros bajo tierra, permite obtener "la impronta digital química" de los objetos.

El costo del acelerador, bautizado Aglae (Acelerador Gran Louvre de análisis elemental), y de las Instalaciones que le acompañan terminará siendo de unos 187,5 millones de pesetas. "El Louvre es el primer museo del mundo que posee tal máquina", declaró el director del laboratorio de investigación de los museos de Francia. Gracias a Aglae será posible precisar la composición exacta de los pigmentos de las pinturas, la presencia de impurezas contenidas en tierras cocidas, la composición de los cristales, las técnicas utilizadas (basándose por ejemplo en la corrosión de las superficies metálicas).

Conservadores e historiadores de arte podrán autentificar de forma más segura una obra de arte y descubrir las falsas, tener un conocimiento más exacto de la naturaleza de los materiales usados, su procedencia y los modos de fabricación. Las dos primera líneas de investigación, sobre las seis que realizará este acelerador -que proporciona un haz de partículas para dirigirlas sobre el objeto o la muestra a estudiar- acaban de ser experimentadas.

Bombardeo

El principio de un acelerado de protones es el siguiente: bombardear un objeto (cuadro, cerámica, metal, vidrio joyas, etcétera) con partículas de alta energía, y, en este caso, protones (partículas que forman parte de los núcleos de los átomos), estos últimos desordenan la distribución electrónica de las capas profundas de los átomos las cuales, al volver a su estado inicial, emiten, por espacio de algunos instantes, el excedente de energía recibida bajo forma de rayos X. Del análisis del espectro de esta radiación se obtiene la composición elemental del objeto, el secreto de la materia.