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Concluida la catalogación de los manuscritos de Miguel Hernández

Mil doscientas diecinueve hojas y cuadernos integran el material manuscrito del poeta Miguel Hernández cedido en depósito por su viuda, Josefina Manresa, al Archivo Municipal de Elche, cuya labor de catalogación acaba de finalizar. Este trabajo ha aportado nuevos datos sobre la forma de escribir y las Inquietudes literarias del poeta de Orihuela, al mismo tiempo que ha iniciado un proceso que culminará con la edición de toda su obra, publicada e inédita, al cumplirse el cincuentenario de su muerte, en 1992.El profesor de literatura hispánica de la universidad de Alicante José Carlos Rovira, uno de los principales investigadores de la obra hernandiana, y Carmen Alemañ, que prepara el doctorado sobre el poeta, han llevado a cabo, entre marzo y junio de este año, la labor de descripción y catalogación del fondo documental cedido por Josefiría Manresa en noviembre de 1986 al Archivo Municipal ilicitano.

El resultado de esta labor de investigación han sido 130 páginas, incluyendo 1.219 fichas de hojas manuscritas y el cuaderno del Cancionero y romancero de ausencias. De este material, el 60% está publicado y el resto es inédito. Dentro de este último apartado hay dos grupos: el material que los autores de la catalogación denominan pretexto o antetexto (es decir, los esbozos y pruebas de poemas posteriormente editados) y las poesías con entidad como tales que permanecen realmente inéditos. De éstos hay aproximadamente unas 64 hojas.

Faceta de traductor

La catalogación de este material manuscrito de Miguel Hernández ha aportado algunos datos importantes que contribuyen a conocer más en profundidad el proceso creativo seguido por el poeta, sus inquietudes literarias e intelectuales y aspectos hasta ahora muy poco conocidos, como el de traductor de autores franceses e ingleses. "Hemos observado un proceso de creación muy estudiado en el material manuscrito, que va desde el esbozo del poema en prosa hasta varias redacciones de un mismo texto. Hay igualmente una progresiva toma de conciencia por parte del poeta del trabajo con las palabras. Esto destierra la imagen de un Hernández espontáneo, escribiendo poemas conforme le viene la inspiración", señala Carmen Alemañ.

Otra faceta que ha sorprendido a los investigadores ha sido la de traductor, especialmente de Rimbaud, Lautréamont, Mallarmé y otros simbolistas franceses.

Si la imagen de un Miguel Hernández traductor de complejos textos destierra el tópico de un poeta pastor con los mínimos conocimientos ortográficos y sintácticos, su estudio de otros escritores contemporaneos y la influencia de los mismos en su obra aporta una nueva dimensión a las inquietudes intelectuales de poeta y su afán por no quedarse aislado. "Sorprende sobre todo", señala José Carlos Rovira, la fijación de Hernández sobre Jorge Guillén".

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