La sociedad civil colombiana se re une al margen del Gobierno para impulsar el proceso de paz
La cumbre por la salvación nacional, reunida ayer en Bogotá, se convirtió en "el primer punto de encuentro de la sociedad colombiana tras varios años de guerra", según afirmó el delegado socialconservador Jorge Sedano. Bajo fuertes medidas de seguridad, en una pequeña capilla al norte de Bogotá, representantes de todos los sectores legales del país expresaron lo que se ha repetido desde hace tiempo: que la paz es urgente. De la reunión, organizada como resultado del secuestro y liberación del dirigente Álvaro Gómez Hurtado, no cabía esperar grandes resultados, debido a la ausencia del Gobierno y de la guerrilla.
Otro gran ausente fue el ex presidente socialconservador Belisario Betancur. "Como el criterio es que fui un perdedor, no puedo asistir a una reunión de la cual se espera tanto", dijo como disculpa y en referencia a las fuertes críticas que han llovido sobre la gestión de paz que realizó Betancur durante su mandato.Sin delegados del Gobierno sin guerrilleros, sin ex presidentes, Alvaro Gómez Hurtado fue la figura. Tras permanecer 53 días en poder del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), este dirigente socialconservador pasó de ser el más vehemente defensor de las fórmulas de fuerza, al abanderado de la paz y del diálogo. Gómez se mostró, sin embargo, escéptico frente a los resulta dos de una cumbre en la que no participa el Gobierno.
El objetivo de la cumbre era formular propuestas concretas para lograr la paz en Colombia, y se escucharon todo tipo de iniciativas. Los liberales y los gremios económicos le dieron un espaldarazo al Gobierno al afirmar que la reforma constitucional -presentada hace dos días por el Ejecutivo- y el plebiscito son un buen camino para lograr la reconciliación. Los socialconservadores, por su parte, fueron enfáticos al afirmar que mientras no se corrijan las injusticias sociales no habrá paz en Colombia.
La coalición izquierdista Unión Patriótica invitó a todos los asistentes a la cumbre a constituir una comisión nacional de reconstrucción para iniciar desde ya contactos con el Gobierno, la guerrilla y las fuerzas armadas con el fin de impulsar la alternativa del diálogo. La Iglesia, a través del cardenal Alfonso López Trujillo, insistió en la necesidad de una acción permanente para la conquista de la paz. Las organizaciones cívicas y sindicales hablaron de la urgencia de desmovilizar a los grupos paramilitares, de suspender los operativos militares y de acabar con la impunidad. Se planteó también la necesidad de crear una comisión al estilo del comité Sábato argentino para aclarar qué hay detrás de la guerra sucia que desangra a Colombia.
[Otros ocho campesinos fueron asesinados ayer en el noroeste del país, donde ya han muerto cerca de 2.000 personas en lo que va de año, informa Efe].
Ciudad militarizada
Bogotá está completamente militarizada desde el jueves. Varios asistentes al diálogo de paz portaban revólveres. Otros llegaron protegidos por una nube de escoltas. Entre estos últimos estaba Ramiro Lucio, un abogado que hace cinco años se retiró de las filas del M-19, fue amnistiado y ahora se dedica a los negocios. Lucio, que aceptó ser el representante personal del comandante de esa guerrilla Carlos Pizarro, se limitó a leer un mensaje de éste. El comadante del M, como se conoce al M-19 en Colombia, se encuentra en pleno combate con el Ejército en las montañas del sur del país y se comunicó a través de un radioteléfono instalado en la casa del dirigente socialconservador Felio Andrade.
"Las comunicaciones han sido difíciles", confesó a este diario Ramiro Lucio. "Cuesta trabajo entender la voz de Pizarro en medio del ruido de las balas y los helicópteros". Pizarro pide en el mensaje la creación de una comisión nacional de reconciliación que asegure el acercamiento del Gobierno con el movimiento insurgente. La sorpresa de esta cumbre fue la presencia del segundo del M, Antonio Navarro. Ante la negativa del Gobierno de expedirle un salvoconducto, el guerrillero decidió hablar en el diálogo a través de un vídeo casete. Criticó fuertemente la política de paz del actual Gabinete y afirmó que hoy quedó aplazado el intento por lograr la paz.
El jefe máximo del grupo guerrillero más grande del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), envió su mensaje grabado en una casete. Otros grupos insurgentes, como el EPL, el Quintín Lame y el PRP, también plantearon sus opiniones a través de mensajes o cartas abiertas.
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