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Enrique Bermúdez, jefe militar de la 'contra', entra en el directorio civil

Para nadie fue una sorpresa la elección como miembro del directorio de la Resistencia Nicaragüense (RN), por el sector agrícola, del jefe militar de la contra, Enrique Bermúdez, quien, con 44 votos a su favor, ocho abstenciones (cinco del sector empresarial) y dos en contra, sienta un precedente en la reciente historia de las fuerzas rebeldes al Gobierno de Managua: la introducción de un líder militar en la línea de poder hasta ahora limitada a los civiles.

Bermúdez tendrá como compañero en el directorio a otra de las figuras claves de la asamblea: Adolfo Calero, del sector conservador, quien, en competencia con Fernando Agüero, recibió 36 votos, ocho más de los necesarios para su reelección. Junto a éstos formarán parte de la ejecutiva de la resistencia Roberto Ferrey, de la Democracia Cristiana, quien sustituye a su hermana Azucena Ferrey; Diego Wicliffe, del sector Atlántico; Arístides Sánchez, por el Partido Liberal; Alfredo César, por el Bloque Opositor del Sur, y Wilfredo Montalbán, por los socialdemócratas, en sustitución de Pedro Joaquín Chamorro. El número de miembros del directorio elegido por voto nominal y secreto se ha ampliado de cinco a siete.La incógnita que rodeó la asamblea, al menos para la opinión pública, quedaba despejada. Ayer, antes de la elección, los delegados se dedicaron a cabildear en los pasillos en busca de sus apoyos.

El fuerte rumor de que Calero y Bermúdez habían llegado a un acuerdo para que ambos ocuparan el directorio presagiaba lo que iba a pasar. Las presiones de los sectores que rechazaban la presencia militar en la cúpula de poder de la RN no pudieron con la necesidad imperiosa de establecer una presión real frente a los sandinistas. Al parecer, la única manera viable de ejercerla es con los 14.000 hombres que integran el ejército de Bermúdez.

También, y antes de la elección, parecía seguro que Pedro Joaquín Chamorro no iba a ser elegido, precisamente por su oposición a la entrada de Bermúdez y porque en abril apoyó la sublevación militar en contra de él.

Por eso tampoco sorprendió que, antes de la jura del nuevo directorio, Chamorro pidiera la palabra para pronunciar su discurso de despedida ya mecanografiado, en el que dijo que se iba "sin odio ni rencores, pero con preocupaciones legítimas sobre el curso que han tomado los acontecimientos en el seno de esta alianza heterogénea".

Reservas de Chamorro

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Chamorro mostró sus reservas porque los principios de la resistencia, que establecen la preeminencia de la autoridad civil sobre la militar, no se estén cumpliendo, y finalizó su discurso en medio de una gran ovación, repitiendo las palabras de su padre: "¡Nicaragua volverá a ser república!". Calero se limitó a decir: "Hechos son amores y no buenas razones". Bermúdez declaró: "Que sean los sandinistas quienes tengan que elegir, o la paz y la democracia o la guerra hasta que Nicaragua sea libre".

[La reunión de presidentes centroamericanos prevista para comienzos de agosto se ha pospuesto hasta finales de ese mismo mes, tras la petición del jefe de Estado guatemalteco, Vinicio Cerezo, quien dijo que hacía falta más tiempo para verificar el cumplimiento de los acuerdos de Esquipulas 2, informa Efe.]

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