El IRPF y las pensiones

Ya es hora que se haga público que ni las centrales sindicales ni los partidos políticos se han preocupado nunca del hecho de que los jubilados que cobramos nuestra pensión a través del sistema de la Seguridad Social estamos pagando, indebidamente, desde hace 10 años, el impuesto sobre la renta de las personas fisicas por nuestra pensión. El caso es que la ley del IRPF no nos obliga a ello. Es sólo sobre la base de lo que dice el reglamento hecho por el Gobierno para la aplicación y desarrollo de la ley que nos hacen tributar. Dicho reglamento, en efecto, se excedió de sus límites, ya que la ley sólo sujeta al impuesto las pensiones indicadas en el artículo 14.2.c) siempre que sean contraprestaciones que se deriven exclusivamente del trabajo personal, según se menciona en el artículo 14, 1, y éste no es el caso de las pensiones de jubilación de la Seguridad Social, como se reconoce, con todo detalle, en el texto, de la sentencia número 134 del. Tribunal Constitucional, de fecha 21 de Julio de 1987. En cambio, el reglamento dice que las pensiones, con independencia de quienes las satisfagan, se considerarán contraprestaciones diferidas del trabajo y, por lo tanto, sujetas al impuesto. O sea, que el reglamento modifica la ley, lo cual, legalmente, es inadmisible, puesto que la ley, por jerarquía normativa, ha de prevalecer siempre sobre el reglamento que la desarrolla, caso de producirse alguna contradicción. Este reglamento debe ser, pues, declarado nulo de pleno derecho.En el año 1983, el Sindicato Unitario (CESUT) consiguió, a consecuencia de un recurso, que las prestaciones por desempleo fueran declaradas exentas de tributar por el IRPF, según sentencia del Tribunal Supremo.

Sería deseable que ahora el sindicato que se considerara más representativo decidiera presentar recurso de nulidad contra el Real Decreto número 2384, de 3 de agosto de 1981, por el que se aprobó el reglamento del impuesto sobre la renta de las Personas Físicas- Francesc Vernis.