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Cerrada una tienda para funcionarios de elite en Moscú

Pilar Bonet

Las autoridades soviéticas han decidido clausurar una de las tiendas especiales para funcionarios de elite más famosas de la URSS, haciéndose así eco de las denuncias al sistema de privilegios publicadas en la Prensa y efectuadas desde la tribuna de la 19ª Conferencia del PCUS. Fuentes soviéticas bien informadas manifestaron ayer a este diario que el dirigente Alexandr Yakoviev, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, anunció el pasado lunes el cierre de un raspredelitel (o tienda especial restringida) cuya presencia ha sido durante años motivo de indignación de los moscovitas.

La tienda en cuestión abastece a una buena parte de la clase política soviética, incluidos miembros del Comité Central y altos ejecutivos ministeriales y se encuentra en la calle Granovsky, en el centro de Moscú y muy cerca del Kremlin. La jerarquía de varios centenares de instituciones utiliza los servicios de tal almacen, donde se venden bienes de consumo deficitarios o inexistentes en las tiendas normales.Yakoviev comunicó la decisión de cerrar el raspredelitel en un encuentro con directores de medios de comunicación al que asistía también Egor YakovIev, director del semanario Novedades de Moscú. Esta publicación dió a conocer durante la reciente 19ª Conferencia del PCUS los resultados de una encuesta donde el 84 por ciento de los interrogados se pronunciaban contra la distribución de bienes de consumo en tiendas y comedores cerrados de uso exclusivo. Alexandr YakovIev admitió que la prensa soviética había desempeñado un papel a la hora de tomar tal decisión.

El raspredelitel que va a ser clausurado se oculta en el patio interior de una fachada marcada con el anodino rótulo de "Oficina de Licencias". Frente a ella, se concentran numerosos coches oficiales cuyos chóferes pasan a recoger los pedidos especiales (carne, salmón,caviar, frutas y verduras frescas,entre otras cosas) destinados a los funcionarios de élite.

En Moscú existen otras tiendas semejantes, pero la mencionada se había convertido en uno de los símbolos por excelencia de la desigualdad social arbitraria.

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Falta de transparencia

Novedades de Moscú había criticado el secreto que rodea el sistema de privilegios, señalando que la falta de transparencia informativa en esta cuestión crea más impresión de desigualdad social que si existiera una información honrada y accesible a todos sobre la situación real.

Según la encuesta publicada por la revista, la mayoría de los interrogados consideraban inmerecidos los privilegios de los funcionarios del aparato del Partido, de los funcionarios de ministerios e instituciones y de los sindicatos y el komsomol (juventudes comunistas).

Los privilegios de los líderes de la URSS y los militares se consideraban, sin embargo, mayoritariamente como merecidos. Los grupos sociales que, con mayor ardor, defendieron las ventajas a la hora de comprar alimentos fueron los funcionarios de los organismos de justicia, polícia, seguridad y los militares. En estas categoría la proporción de quienes abogaban por deferencias especiales totalizó el 25 por ciento.

Durante la 19ª Conferencia del PCUS, Boris Eltsin, vicepresidente del Comité Estatal de la Construcción, abogó por la abolición del sistema de establecimientos especiales para la nomenklatura (clase dirigente) soviética y manifestó que las escaseces deben afectar a todos sin excepciones. Egor Ligachov, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, respondió al defenestrado jefe del Partido afirmando que el único privilegio de los funcionarios es el de ser los primeros en poner en práctica su política y servir a su pueblo. Gorbachov, en una conversación con un grupo de delegados, negó la existencia de privilegios para los funcionarios comunistas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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