El fiscal pide 30 años para un músico de 'rock' acusado de matar a su proveedor de droga

El fiscal de la audiencia de Lérida solicitó ayer 30 años de prisión para Emilio Rivera por los delitos de asesinato, tráfico de drogas y tenencia ¡lícita de armas. Rivera, de 24 años y teclista del desaparecido grupo de rock Droguerías Asociadas, mató a Salvador Morales, un traficante malagueño de 30 años que le proporcionaba hachís para distribuirlo en Lérida.

Los hechos tuvieron lugar el 17 de septiembre de 1986 en el piso de Rivera, en Lérida. Ese día, el fallecido fue a visitarle junto a otra persona, que no compareció en el juicio pese a estar procesada, para cobrar una deuda por distintos envíos de droga que ascendía a más de un millón. En un momento dado, Morales esgrimió una navaja y amenazó a Rivera diciéndole que si no le daba el dinero él y su familia lo pasarían mal. Poco después, Rivera hizo dos disparos con una escopeta.Durante la vista, el procesado explicó que cogió la escopeta para obligar a Morales a abandonar su casa y que disparó el arma, adquirida unos meses antes, cuando el traficante se abalanzó sobre él con una navaja. Rivera declaró que su relación con Morales se inició en 1985, tras sufrir un accidente y deshacerse el grupo de rock. Al quedarse sin trabajo, el traficante malagueño le propuso distribuir hachís en Lérida y comenzó a recibir envíos, que pagaba a 300.000 pesetas el kilo.

La relación entre ambos se deterioró cuando Rivera intentó alejarse de su proveedor y éste le amenazó. Esta situación de angustia llevó al procesado a esconderse en casa de unos familiares de Fraga (Huesca), pero Morales le localizó. Cuatro meses antes de los hechos, Rivera viajó a Málaga para negociar la deuda y fue retenido hasta que su madre le envió 250.000 pesetas, cantidad que pidió prestada a un banco. "Estaba tan angustiado que incluso iba por la calle con la escopeta en una bolsa", añadió Rivera.

El fiscal reconoció que podía aplicarse la eximente incompleta de miedo insuperable del procesado, de quien dijo que "no es un angelito, sino una persona blanda que no supo salir a tiempo de la trampa en que había caído".