El índice de precios al consumo baja por segunda vez consecutiva sin contener la inflación subyacente

El índice de precios al consumo (IPC) bajó en mayo otro 0,1%, al igual que ocurrió ese mes en 1987. La inflación retrocede así al 1,2% para los cinco primeros meses de este año y sigue en el 3,9% para los 12 últimos, mientras que en los principales países hay un repunte al alza. Pero la contención del IPC español se debe sólo a los alimentos y a las gasolinas, pues el resto de los precios (indicadores de la inflación subyacente) crece a un ritmo anual del 5,1%. Esto preocupa al Gobierno, pese a manifestarse más convencido de que 1988 terminará con el 3% de objetivo.

De los datos provisionales publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se desprende que el abaratamiento medio de los alimentos en un 0,6% recortó el IPC total un 0,2%, en tanto que la bajada administrativa de los derivados del petróleo permitió contener el índice en otro 0,18%. Por tanto, el resto de los precios subió un promedio cercano al 0,4%, lo que implica una tasa anual del 5% más representativa que la del 3,9% a efectos económicos, porque permite medir las tensiones de los precios una vez despojadas de la erraticidad de la alimentación y la energía, derivadas sobre todo de elementos exógenos.La mayoría de los alimentos se abarataron en mayo, según el INE, aunque las bebidas alcohólicas subieron el 1%. Las mayores bajadas se registraron en los huevos (3,9%), pescado fresco y congelado (3,6%), carne de ave (3%), patatas (1,6%), hortalizas frescas (1,5%) y carne de ovino (1,2%). Sólo los cereales (0,4% de subida) y la leche (0, 1%) mantienen una línea alcista dentro de la alimentación, grupo que ha bajado en lo que va de año un promedio del 1,3% debido exclusivamente a la caída del 4,1% en los productos no elaborados.

Del resto de las rúbricas del IPC la única que ha acusado directamente la reducción de las gasolinas ha sido la de los transportes (0,7% de deseenso). El vestido subió en mayo otro 0,5% (en prendas de mujer 0,8%) y lleva un 8% en los 12 últimos meses. La vivienda se ha encarecido el 0,6% y va por el 5% anual. La medicina, el 0,8%, hasta el 6,6% en los 12 últimos meses. El menaje y la cultura han sido los más moderados, con un 0,3%. Por último los restantes gastos subieron un 0,4%, sobre todo por el 0,5% del turismo y la hostelería, que se encarece a una tasa anual del 7,3%, uno de los motivos de preocupación para el Gobierno con vistas al turismo veraniego, estación alcista para el IPC.

Coste de los servicios

En efecto, el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, después de insistir ayer en que el último IPC permite lograr el 3% a final de año, admitió que es de preocupar el que la inflación subyacente siga alta (el 5,1%, después de subir casi un 0,5% en mayo) y citó, entre los problemas que plantea, la dificultad de moderar los precios de los servicios. Este sector en conjunto se encarece a una tasa anual del 6,7%, representa más del 60% de la actividad económica y es menos permeable a la competencia exterior derivada de las importaciones y las exportaciones.

Los peligros de la época veraniega han empezado a manifestarse en mayo. Algunas de las reffiones con mayor demanda turística sufrieron aumentos de su IPC: 0,1%, en Baleares y Cataluña; 0,3% , Madrid y Galicia, mientras que el País Valenciano y el País Vasco registraron un 0%, al igual que Extremadura. La única excepción apreciable fue Canarias, con un descenso del 1,1% y del 0,6%, quizá influidos por la importancia de sus producciones hortofrutícolas. Los precios bajaron el 0,2% en Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra un 0,5% en La Rioja y Castilla y León, y el 0, 1 % en Asturias.

Sin embargo, Guillermo de la Dehesa declaró que "no habrá tensiones inflacionistas grandes en los próximos meses", ni por dichos motivos ni por el fuerte aumento de la de manda interna (mucho más la de inversión que la de consumo). Su argumento es que la fórtaleza de la demanda sólo afectaría a los precios si la oferta careciera de la capacidad sufíciente de suministro, pero en España todavía hay capacidad industrial y comercial no utilizadas. Aparte de este margen, está la espita de las importaciones y de las exportaciones.

Aunque de otros países de la Comunidad Europea sólo se conocen por ahora los aumentos de precios de Italia (0,3%) y la República Federal de Alemama (0,2%), países cuya inflae anual es del 4,9% y 1,1%, respectivamente, en ja mayoría de ellos y en Estados Unidos hay un repunte al alza que permite reducir la mayor inflación española. Esta brecha era a finales de abril de 1,5 puntos frente a los 2,7 de hace un año.